La Comisión Española contra el Racismo y la Intolerancia (ECRI)
ha apuntado con el dedo a la ciudad autónoma a través de su
cuarto informe que hace sobre España en el que destaca
varios epígrafes relacionados con los menores extranjeros no
acompañados, los refugiados y solicitantes de asilo así como
la situación de las personas procedentes del África
subsahariana que intentan alcanzar la península a través de
Ceuta y Melilla. Valoraciones, algunas, con notable, pero el
organismo europeo no se corta a la hora de aconsejar en pro
de los derechos humanos y el trato a los colectivos más
vulnerables.
El trato a los menores extranjeros no acompañados (MENA), a
los refugiados y los solicitantes de asilo, así como la
situación de las personas procedentes del África
subsahariana que tratan de llegar a la península a través de
Ceuta y Melilla, son diferentes apartados que apuntan con el
dedo a la ciudad autónoma en el cuarto informe sobre España
emitido por la Comisión Europea contra el Racismo y la
Intolerancia (ECRI). Se trata de un organismo del Consejo de
Europa integrado por miembros independientes que tiene por
objeto combatir el racismo, la xenofobia, el antisemitismo y
la intolerancia a nivel paneuropeo y desde la perspectiva de
la protección de los derechos humanos.
En el punto concreto de los menores extranjeros no
acompañados (MENA), de dicho informe se desprende la
recomendación de la ECRI a las autoridades españolas para
que investiguen “todas” las alegaciones de “malos tratos
inflingidos a menores en centros de acogida y por las
fuerzas del orden o las autoridades fronterizas,
especialmente, en Ceuta y Melilla”. Pese a dicha
información, la Comisión Europea no detalla ningún caso en
particular de la ciudad autónoma pero no duda en partir una
lanza a favor de estos menores y su derecho a ser informados
para solicitar asilo así como a contar con una
representación legal independiente en el caso de las
repatriaciones.
Además, se sugiere a las autoridades españolas que “mejoren
sus mecanismos de recopilación de datos” en relación con los
MENA. Con respecto a los refugiados y los solicitantes de
asilo, el organismo europeo reconoce que se han registrado
“notables mejoras” en el procedimiento de asilo en general y
que se han hecho “esfuerzos para garantizar en la práctica
el respeto del derecho a solicitar el asilo”.
Aún así, quedaría una asignatura pendiente con el fin de
obtener el sobresaliente ya que “no se imparte formación
específica sobre la manera de llevar a cabo una entrevista
de asilo. La carencia de formación y las deficiencias de
procedimiento antes mencionadas inciden en la calidad del
procedimiento de asilo y tienen consecuencias para la
decisión sobre la admisibilidad de la solicitud de asilo”,
valora la ECRI antes de reseñar que, en el caso de que las
peticiones sean denegadas, “la persona podría permanecer en
Ceuta y Melilla varios años en espera de su deportación”.
Este análisis que la Comisión Europea contra el Racismo y la
Intolerancia detalla con respecto a Ceuta, concluye con un
argumento en aras al futuro: “La ECRI recomienda que se
imparta formación a las autoridades fronterizas y a las
fuerzas del orden sobre cuestiones relativas a los derechos
humanos y al asilo. En particular, en cuanto a la
realización de la entrevista de asilo con miras a asegurar
que pueda obtenerse toda la información pertinente a la
solicitud”, clama dicha Comisión.
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“La mayoría de las personas que llegan a Ceuta y Melilla
vienen ocultas en vehículos”
En la comparativa que hace la
Comisión Europea de su anterior informe, publicado en
febrero de 2006 e iniciando sus actuaciones en enero de
2008, se ha observado un cambio en lo que respecta a la
situación de las personas del África subsahariana que tratan
de acceder a la península a través de Ceuta y Melilla, en la
que se subrayaba que “ponían en peligro su integridad física
al intentar franquear las murallas que rodean ambas
ciudades”. Aún así, el organismo europeo argumenta que esta
práctica ha desaparecido aunque el problema sigue estando en
que “la mayoría de las personas que llegan a Ceuta y Melilla
vienen ocultas en vehículos”, en la mayoría de los casos,
cruzando el Tarajal. Lo que se traduce posteriormente en
delitos que atentan contra el derecho de los ciudadanos
extranjeros que la mayoría de los martes de cada semana del
año sienta en el banquillo de los acusados de la Sección VI
de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta a cientos de
personas imputadas por el Ministerio Fiscal en la ciudad.
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