Como sabe el avispado lector, a
finales del pasado año abordé en esta columna la enmarañada
situación actual de la FAMPA (Federación de Madres y Padres
de Alumnos) en Ceuta, siempre Ciudad Querida. El 14 de
diciembre apuntaba, entre otros inquietantes hechos, los
gravosos costes de viajes de dudosa justificación,
imputables dirán algunos a la anterior Junta Directiva, sí,
pero es que el vicepresidente entonces de ésta, Mustafa
Mohamed Mustafa, repite ahora como presidente. Y la señora
Nuria Buscató, turista de vocación y que bastante sabe de
viajecitos, era en el anterior equipo vocal y ahora, ¡qué
casualidad!, es la vicepresidenta. Aquí el que no corre
vuela. O viaja, digo. Y el 28 de diciembre volvía a señalar
la grosera vulneración de los estatutos asociativos, al
incumplir el actual equipo directivo la celebración de la
preceptiva Asamblea General Ordinaria. Y si vamos a los
defectos de forma, resulta incluso que la Asamblea General
celebrada por la presente Junta Directiva el pasado junio de
2010 y presentada como “Ordinaria”, pues va a ser que no:
“Extraordinaria” Mustafa, “Extraordinaria”, pues si lees con
atención los estatutos de la FAMPA, verás que para ser
Ordinaria la Asamblea General tenías que haberla convocado
en el primer trimestre del año, amigo. Este escribano
sostiene todo lo expuesto y, cordialmente, invita al señor
presidente a que recabe los oficios de un solvente abogado
(no cualquier leguleyo por aparentoso que sea) que le ayude
a interpretar las normas vigentes. ¡Ah jai, chof!. ¿Acaso me
equivoco?.
En cuanto a los pufos (que alguno aun colea desde hace más
de un año y si no que se lo pregunten al viajero de Itaca)
llama la atención el sobre coste que supone la
externalización de algunos servicios contratados, ¿no es
así?, ya por la Junta Directiva de la que tú eras
vicepresidente y que, como otras cosillas, asumiste cuando
fuiste elegido de aquella manera como actual presidente. Sí,
la contratación es aparentemente legal pero... no olvidemos
estatutos en mano que esa decisión debe de ser ratificada
(¡léete los estatutos chiquillo! ) en la primera Asamblea
General que se convoque tras esa decisión. ¡Ah jai, chof!.
¿Acaso me equivoco?
Mañana lunes 7 de febrero, ya te digo Marcelino, la Junta
Directiva del señor Mustafa Mohamed Mustafa y compañía, ha
organizado a las 18 horas la Asamblea General Ordinaria del
primer trimestre del año a celebrar en el Colegio Federico
García Lorca (junto a la curva de Amaya, ya saben),
saltándose por cierto la preceptiva Asamblea del cuarto
trimestre del pasado año. ¿Cómo ha sido eso señor
presidente...?. Y mañana lunes podría organizarse un buen
potaje, digo, de esos que salen en primera plana de los
periódicos. Porque el actual equipo directivo va a tener que
afrontar, le guste o no, toda una batería de preguntas que
han sido presentadas en tiempo y forma según me han
documentado socios de varias AMPAS, entre otras las de los
centros Ortega y Gasset, San Daniel y Mare Nostrum entre
otras. Y un aviso para navegantes: si la actual Junta
Directiva fue elegida en unas elecciones con notorios visos
de irregularidad, dadas las circunstancias concurrentes no
me extrañaría que el próximo lunes algún sector intente
evitar que se clarifique la situación interna de la FAMPA,
amañando las votaciones. Recuerdo aquí que los
compromisarios presentes en la asamblea deben de estar
previamente avalados con un certificado emitido
conjuntamente por el secretario de cada AMPA con el visto
bueno del presidente respectivo y por supuesto con el DNI o
pasaporte, documentos personales e intransferibles. O acaso
a alguien le ronda por la cabeza la veleidad de acreditar a
leales sobre la marcha... ¡Ah jai, chof!. ¿Acaso me
equivoco?.
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