Tan, tam. Los cuartos. Plom... Las uvas. Doce. Feliz año.
Champán, o sidra. Brindis familiar. Retoque delante del
espejo. Abrigo, y a la calle.
Los jóvenes ceutíes se echaron la noche del 1 a la calle
para empezar el año con fuerzas. Por unas horas, tiempo de
huir de las rutinas y el trabajo. Es año nuevo y hay que
empezarlo con ganas. Pasada la medianoche, la plaza de
España se llenó de chicos y chicas haciendo botellón.
Algunas horas después, El Poblado se convirtió en el
escenario de referencia. La mayoría de los locales habían
colgado el cartel de entradas agotadas. Los que no, ofrecían
sus últimas ofertas con consumición incluida.
Son la una de la mañana del primer día del año y en la calle
Real, despedida con tormenta, los grupos de amigos empiezan
a aparecer. Abrazos, besos, botellas, y toda una noche por
delante, la primera. Horas para darlo todo, para empezar el
año con buen pie.
La primera parada es en la plaza de España, lugar escogido
por los más jóvenes para el primer botellón del 2011. Charif
y Mourad animan la concurrida plazoleta tocando
instrumentos, y de paso, sacarse así algún dinerillo.
Isabelita, Mayka y Javi están entre su público. Descorchan
las primeras botellas de la noche. Será el segundo brindis.
El primero fue en casa, con la familia, tras las doce uvas.
A pocos metros, Irene, Julia, Blanca, Estefanía y África
posan para ‘El pueblo’ con sus mejores sonrisas. La noche no
ha hecho más que empezar. Les espera abierto ‘El cielo’. La
entrada del cotillón les costó treinta euros y van a
amortizarlos.
Cincuenta euros ha costado la entrada de los locles
conjuntos ‘Retro’ y ‘Divine Long’. En la mañana del 31 aún
quedaban algunas entradas a la venta. Esa misma tarde, el
aforo estaba completo. “Unas 150 personas”, comenta el
gerente. Están satisfechos, pueden colgar el cartel de no
hay entradas.
No es noche para ahorrar
La noche es cara. Ésta más que nunca. Así que los cajeros
automáticos de las inmediaciones no descansan. Para el
ahorro, siempre quedará mañana.
Algo más barato es entrar en ‘Alma de Cuba’. Mohamed, Pepe y
Rashid atienden en la puerta. Las entradas son 20 euros con
dos consumiciones y cerca de las tres de la madrugada aún es
posible comprarlas. Antonio, Loli, Sandra, Cristina, Sonia,
José María, Melani... son solo algunos de los que han optado
por este local, y además han venido juntos, que esta noche
es para disfrutarla con los amigos.
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Gatos y perros, los otros invitados de la fiesta
Rey, que así se llama el perro de
la foto, dormía como un rey mientras su dueño celebraba la
entrada en el 2011 con sus amigos. Ellos, cervezas, cubatas
y cigarrillos en la plaza de España, que estaba a rebosar.
Mientras él, Rey, dormía plácidamente sin percartarse de
nada. De vez en cuando, ladeaba la cabeza o se levantaba a
acercarse a su dueño. Después, volvía a la cama que su dueño
le había preparado con manta incluida. Como buen perro,
empezaba el año con una buena siesta. No era el único animal
que podía verse en la madrugada del 1 por las calles. Las
gaviotas que normalmente acostumbran a despertar a los
ceutíes ya estaban acostadas. Los que sí deambulaban por la
ciudad eran los perros y gatos callejeros, con la esperanza
de que la gran comilona de fin de año dejase algún resto
para ellos. Poco más que culos de alcohol en botellas rotas
pudieron encontrar. El trabajo desde muy temprano de los
servicios de limpieza impidieron que otros animales, más
desagradables, se adueñasen de la ciudad.
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