El Informe Especial de Fiscalización del Tribunal de Cuentas
2002-04 fue recibido por el Gobierno el 20 de diciembre.
Entre 6 y 8 años después del periodo que analizó. Por
contra, el tiempo político se ha acelerado. El Gobierno de
la Ciudad ha salido a explicar su contenido, 360 páginas que
entregó a la oposición, la misma tarde que UDCE y PSOE se
lanzaban a criticar la gestión del Gobierno y anunciaban que
pedir inevstigar las cuentas.
El consejero de Hacienda, Francisco Márquez, concluyó ayer
que el Informe Especial de Fiscalización que el Tribunal de
Cuentas remitió a la Ciudad Autónoma referente a los
ejercicios 2002, 2003 y 2004 refleja una mejora de los
procedimientos contables y la gestión de los presupuestos
públicos respecto al periodo 1999-2001, cuando gobernó el
GIL, y ha sido superado por el informe ordinario sobre 2005.
Márquez recordó que fue su grupo, el del PP, el que pidió la
realización del informe, convencido de que “nada tenía que
esconder” y los demás grupos votaron a favor.
El informe 2002-2004 contiene tres grandes apartados;
rendición de cuentas, análisis económico-financiero y
auditoría de los procedimientos de gestión y contratación.
El consejero se refería a que el paso del tiempo, seis años
desde el último ejercicio analizado, ha permitido al
Gobierno “introducir mejoras e incorporar nuevos
procedimientos” en el tercer apartado, el más cuestionado
por el Tribunal de Cuentas. Así, Márquez puso como ejemplo
la creación de una aplicación informática que recoge el
inventario de los inmuebles de la Ciudad, no existen deudas
con Hacienda, ni la Seguridad Social, han disminuido
“notablemente” los gastos por retribuciones de altos cargos,
han bajado los gastos en protocolo y se ha aprobado el
Reglamento Autonómico de Subvenciones.
El responsable de la Hacienda local expuso los puntos
negativos detectados por el Tribunal de Cuentas: las
deficiencias en la gestión del patrimonio, los recursos
humanos, la concesión de subvenciones y las distintas
interpretaciones tanto en contratación como en las
anotaciones contables.
Márquez reveló que esperaba el informe desde hace mucho
tiempo e incluso se desplazó dos veces a Madrid para saber
cuando iba a estar concluido. Después de recibirlo y
analizarlo en los últimos días, concluye que “es un informe
particularmente riguroso por su extensión y el número de
procedimientos examinados, pero sin embargo no es
exhaustivo, no contempla la mayoría de los procedimientos de
esos tres años”.
Anunció que el Gobierno va a utilizar las recomendaciones
incluidas en el informe 2002-2004 y en el de 2005 recibido
también recientemente, para mejorar los trámites
administrativos “para avanzar, conseguir unos procedimientos
cada vez más ajustados y desarrollar reglamentariamente si
hiciera falta los controles internos”.
Indicó que de lo anterior se dará cuenta en la presentación
de los informes que se deberá hacer en la Comisión Mixta
Congreso-Senado como proceso final al proceso administrativo
de respuesta a los informes del Tribunal de Cuentas.
Asimismo, Márquez valoró que “la oposición va a
instrumentalizar estos informes, ya lo está haciendo,
estamos a cuatro meses y medio de las elecciones y todo
empieza a valer”. A su juicio, se avecina un tiempo en el
que “se sacaran frases de contexto, se extraeran párrafos
para colocarlos en portada y se obviaran las mejoras
introducidas”.
Francisco Márquez quiso insistir en el contexto temporal del
Informe Especial (2002-04), rebasado por la gestión
posterior del equipo de Gobierno. “Muchas de las
deficiencias encontradas en el informe se han corregido a lo
largo de los últimos años”, concluyó Francisco Márquez.
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La Ciudad asumió un contrato firmado en el Revellin
El consejero de Hacienda y
Recursos Humanos, Francisco Márquez, manifestó en relación a
la forma de contratación de las obras del complejo cultural
en el Revellin que “ese asunto fue ya estudiado en el
informe de fiscalización anterior y se constató que no hay
nada imputable a la gestión de la contratación”.La modalidad
de contratación deriva del acuerdo alcanzado con el
propietario privado para usos culturales “en contrato de
obra firmado ya que la Administración tuvo que asumir”,
resaltó Márquez. El responsable de Hacienda se refirió al
contrato del arquitecto, señalando que se eligió “por
razones de urgencia” por su solvencia técnica y por “su
conocimiento de la obra”.Francisco Márquez admitió el ritmo
tardío en la ejecución de las obras en este céntrico
complejo cultural “por problemas de financiación”.
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