El presidente de la Ciudad, Juan Jesús Vivas, reiteró ayer
en un amplio y detallado discurso de bienvenida a los
miembros de la Comisión Mixta Congreso-Senado la necesidad
del tratamiento especial que se reclama para Ceuta, como un
“hecho diferencial y singular en el conjunto de la Unión
Europea”. Para Vivas, quien señaló que Ceuta apela “a los
principios fundamentales de solidaridad e igualdad”, es
necesario que este asunto tenga “un tratamiento de Estado”.
Vivas desgranó la “triple condición” de Ceuta y Melilla como
“españolas, europeas y africanas” y ennumeró una vez más las
características especiales de ambas. Entre ellas señaló la
convivencia “entre personas de diferentes confesiones,
orígenes étnicos”, una diversidad que se “subordina al
imperio de la ley y a la supremacía de los valores
democráticos”.
En cuanto al “hecho diferencial” de ambas ciudades
autónomas, Vivas reconoció que “es cierto que hay muchos
territorios extrapeninsulares o que son insulares, con
escasez de recursos naturales, reducida superficie y alta
densidad de población”. “Pero sólo hay dos territorios en la
Unión Europea -apuntó- que además de todo eso sean frontera
de España y de Europa en África”. A su modo de ver, “el
efecto acumulado de esos condicionantes demanda como aquí se
ha dicho un tratamiento singular por parte del resto de
España y también de la Unión Europea”.
Por ello, Vivas agradeció a los diputados y senadores la
constitución de la Ponencia específica para Ceuta y Melilla
en la comisión, su visita y “la importancia que se está
dando al asunto”. “En nuestra reivindicación, que creemos
justa -señaló-, estamos apelando a dos principios
fundamentales, el de la solidaridad y el de la igualdad, que
están en la base de nuestro ordenamiento constitucional pero
que también son pilares de la Unión Europea”.
En consecuencia, para el presidente de Ceuta, se está
hablando de “temas del máximo interés general” que subrayó
“para constatar la extraordinaria voluntad de dar a esto un
tratamiento de Estado” y por tanto, “con la aspiración,
compartida con el presidente de la Comisión (quien se
expresó en el mismo sentido), de alcanzar una unanimidad en
el planteamiento, en el tratamiento y en las
recomendaciones”. “Por el bien de España y de Europa, el
asunto lo merece”, concluyó Vivas.
En opinión del máximo responsable del Ejecutivo autonómico,
el tratamiento que se dio a las regiones ultraperiféricas es
“un buen referente para sacar conclusiones de ese
instrumento específico para atender una realidad también
específica”. Vivas mostró en el mismo sentido su
convencimiento de que “lo que se haga en la Unión Europea
para tratar a Ceuta y Melilla tiene que ser eficaz para
contrarrestar el efecto que sus condicionantes tienen en el
coste de prestación de los servicios públicos esenciales y
en las posibilidades de desarrollo en unos mercados
limitados por sus reducidos tamaño y las dificultades de
conectividad, de comunicaciones”.
El flujo fronterizo, tanto de personas como comercial, en
este caso “irregular” y “que conviene aclarar -apuntó- tiene
una repercusión positiva para Marruecos y también en el
abastecimiento de algunos productos básicos”, tuvo asimismo
su parte en el discurso del presidente, como posibilidad de
desarrollo que depende “de la voluntad de un país tercero”.
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