La larga estancia del buque de bandera turca ‘Rhone’ en el
puerto ceutí ha dejado un rastro de deudas entre sus
tripulantes, los suministradores de gasolina y la Autoridad
Portuaria. Además, el ‘Globe’, que será trasladado a
Andalucía para ser desguazado dejó sin pagar otras 87.555
euros de tasas portuarias. Por último, Marina Mercante sigue
haciendo gestiones para tratar de que la tripulación del
barco ‘Katrine Krog’, de bandera haitiana, regrese con sus
familiares.
El carguero de bandera turca ‘Rhone’, que se encuentra
abandonado en el Puerto de Ceuta desde el 13 de septiembre
de 2009, está embargado por varios juzgados que ejecutan la
deuda de 171.000 euros que el armador mantiene con sus 15
tripulantes por salarios que no cobraron y sendos impagos de
85.000 y 62.000 euros a dos empresas que le suministraron
combustible. Además, los responsables del barco han dejado
de abonar 87.500 euros a la Autoridad Portuaria en concepto
de tasas mensuales por su estancia en los muelles ceutíes.
Los marineros del ‘Rhone’ estuvieron más de seis meses sin
cobrar y por esa razón la Internacional de Trabajadores del
Transporte (ITF), una federación de sindicatos, notificó el
abandono a la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
También lo hicieron la Capitanía Marítima y la Autoridad
Portuaria.
El del ‘Rhone’ es un caso paradigmático de embarcación
abandonada según los criterios establecidos por la
Organización Internacional del Trabajo (OIT). La tripulación
estuvo más de dos meses sin cobrar su sueldo mensual, no
contaba con agua dulce, ni manutención y se había quedado
sin combustible para funcionar. Por último, no había ningún
tipo de contacto con el armador y el buque no tenía agente
consignatario que lo representara ante las autoridades
portuarias.
La situación geográfica de Ceuta, en el Estrecho de
Gibraltar, a caballo de dos continentes y en el cruce de
varias rutas de una intensa navegación comercial provoca
otros casos similares de buques que dejan de navegar y sin
que sus marineros tengan noticias de la empresa explotadora.
El ‘Globe’ es otro de esos barcos. Su larga estancia en el
puerto de Ceuta se solventó con la marcha de la tripulación,
pero el carguero acabó en un estado de deterioro avanzado y
sus responsables han dejado de pagar un total de 87.555
euros por tasas portuarias. Una empresa de Ceuta ha recibido
la adjudicación del desguace del casco del ‘Globe’ y está
pendiente de que la Junta de Andalucía le autorice a
trasladarlo a Barbate o Algeciras, puertos donde se puede
llevar acabo el desguace. El traslado requiere de un permiso
especial para la gestión de residuos. y por esa razón los
trámites se están demorando en el tiempo.
El tercer barco que está en Ceuta más tiempo del previsto
inicialmente es el ‘Katrine Krog’, si bien este se encuentra
fondeado en la bahía norte. La tripulación de este buque, de
bandera haitiana, vive una situación muy precaria en su día
a día, sin apenas alimentos, ni agua dulce, lo que ha
inspirado la solidaridad de muchos ceutíes. En los primeros
días de estancia en la bahía, el Centro de Buceo de Ceuta
creó un evento en la red social Facebook y logró el respaldo
de mucha gente recopilando botellas de agua, pan, arroz,
pasta, dulces y todo lo necesario para que los marineros
mejoren sus condiciones de vida en el barco mientras
soportan la larga incertidumbre de no saber cuando podrán
marcharse con sus familias.
También desde el primer momento, el Ministerio de Fomento
atracó el remolcador ‘Luz de Mar’ en el muelle para
arrastrar al interior del puerto ceutí el barco en caso de
fuerte temporal. El pasado 9 de diciembre, Jorge Mejías, uno
de los tripulantes, confesaba que él y sus compañeros
estaban desesperados cuando llevaban una semana en la bahía.
Además, este hombre había sufrido una caída en el interior
del barco por lo que tenía contusiones en la espalda y un
hombro.
El capitán marìtimo, Jesús Fernandez Lera, relató entonces
que se hacian gestiones a través de Tarifa Tráfico para
contactar con el armador, que está en Puerto Príncipe, para
que enviara dinero a sus asalariados y pudieran marcharse.
Dos semanas después, los tripulantes siguen en la
embarcación, aunque alguno de ellos ha cobrado parte del
dinero a través de la compañía Western Union, según fuentes
de la Autoridad Portuaria.
Los cinco marineros han agradecido el gesto solidario de la
población de la Ciudad Autónoma que les ha llevado alimentos
para poder subsistir en mitad del mar.
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El Estrecho de Gibraltar, un enclave bien controlado
Aunque se vienen dando casos de
abandono en Algeciras y Ceuta debido al gran tráfico en el
estrecho, la zona no es especialmente conflictiva. José
Manuel Ortega es inspector de la ITF en la zona sur
(Andalucía, Ceuta y Melilla) y coordina a los inspectores de
España. Este sindicalista cree que “aquí estadísticamente el
riesgo es mínimo” y recuerda que hay sitios más peligrosos
por el mal tiempo como la Costa de la Muerte en Galicia. “El
estrecho está bastante bien controlado porque hay mucho
tráfico y mucho control y seguridad por el tema de la
inmigración”. Para Ortega, un barco con bandera de
conveniencia y problemas económicos puede ser un ‘ataúd
flotante’ que acabe en cualquier sitio.
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