El problema del abandono de vehículos en la vía pública ha
experimentado este año un “repunte” en la ciudad. Así se
detectó por parte de la administración local el pasado
verano, con más de 540 notificaciones acumuladas. La
situación llevó a la Ciudad Autónoma a desplegar en agosto
un dispositivo especial de recogida y limpieza que llevó más
de dos semanas de trabajo.
Según se informó entonces desde el área de Gobernación, en
los meses anteriores, de mayo a julio, ya venía realizándose
el trabajo habitual de recogida de vehículos y se había
retirado “la práctica totalidad de los que estaban
detectados”. En marzo, el Parque Móvil de la Ciudad llegó de
hecho a retirar 80 coches en tan sólo 30 días.
Sin embargo, el “repunte” de este problema, recurrente en
Ceuta, surgió en los meses de julio y agosto. Como causa de
este incremento de casos se señalaba algo ya apuntado por
parte de las Fuerzas de Seguridad del Estado: el tránsito de
ciudadanos marroquíes generado por la Operación Paso del
Estrecho. Estos viajeros se desplazan a menudo en coches
viejos que no están en condiciones de superar los trámites
necesarios para poder cruzar con ellos la frontera. En estos
casos, acaban vendiéndose en Ceuta “como chatarra”,
afirmaban desde la Ciudad.
Las zonas en las que se da una mayor incidencia de casos son
la barriada del Príncipe, los alrededores de los polígonos
del Tarajal y de la ITV, así como Loma Colmenar y otras
zonas próximas a la frontera, sobre todo, La Almadraba.
El pasado mes de octubre, la consejera de Medio Ambiente y
Servicios Urbanos, Yolanda Bel, se reunió con los
responsables de la Viceconsejería de Gobernación y de
Amgevicesa -empresa municipal que realiza la retirada de
vehículos y gestiona el depósito de Benzú- para impulsar
nuevas medidas en la lucha contra este problema. Entre los
medios de los que se dispone están una compactadora que se
desplaza a Ceuta para tratar la ingente cantidad de chatarra
que genera.
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