Hay quien tiene las cosas meridianamente claras en todos los
ámbitos de la vida, sin embargo, a la hora de elegir el
número de la suerte hasta el más seguro tiene dudas. No
obstante también los hay que saben por qué ‘caballo’ jugar.
La cantinela de los indecisos es ésta: “Dame un número que
toque”. De esta manera toda la ‘responsabilidad’ recae en
los loteros que deben elegir aquel número que mejores
vibraciones le dé.
Esta situación se da pero no en la mayoría de las veces, ya
que con el paso del tiempo uno se habitúa a un número aunque
este no le diga nada.
|