Todavía sigue coleando la manita y
ello me hace ver que algunos fantasmas no se dan por
enterados.
Me refiero a fantasmas madridistas, periodistas sobre todo,
que se empeñan en sacar a relucir pequeñas anécdotas en
intentos de paliar un resultado tan evidentemente
catastrófico para ellos.
Que si Piqué…, que si Guardiola en su pique con Ronaldo…,
que si penalti de Valdés a Ronaldo…, que si tiradas a la
piscina….etc. ¿Cuándo reconocerán, lealmente, que el Barça
es, con mucho, superior al Real Madrid?
Evidentemente los madridistas sacan a relucir su rabia
cuando no pueden sobre el terrerno de juego. Pruebas están
en la actuación de Ramos, las entradas a Villa y Messi son
escalofriantes y se ven claramente que no buscaban el balón.
La actuación del “carapalo” Arbeloa, cuando le tocó jugar,
entra de lleno en el paradigma de lo que no es un jugador.
Codazo y empujones con ganas de lesionar a los azulgranas
resultaron muy evidentes. Tan evidente como el intento de
Ronaldo de darle una patada de tacón en el culo de Puyol
cuando el propio Ronaldo es el que no consigue detener el
balón que se fuga hacía la banda.
Acabo con expresar mi repulsa hacía Casillas, Ramos y
Ronaldo. Al primero porque no es nadie para decirle a Piqué
que se vaya a su sitio cuando abandona el área de la
portería que es donde tiene que estar el portero madridista;
al segundo por su comportamiento de chulo de barrio
prepotente empujando a los jugadores azulgranas en el punto
más vulnerable del cuerpo humano: el cuello (Pujol, Iniesta
y Xavi) y el tercero, Ronaldo, por su manifiesta prepotencia
y chulería sin cuento y al que le debería cortar la mano por
ponerla encima del entrenador barcelonista.
Realmente, Florentino ha conseguido un equipo de mercenarios
(siempre ha sido así) que ganan los partidos con amenazas
físicas y prepotencia manifiesta pero que en el fondo del
todo no sienten los colores del Madrid como lo sentían
aquellos Muñoz, Rial, Lesmes, Puskas, Di Stéfano, Gento,
etc.
Bueno, dejemos el fútbol y vayamos a otro tema.
La sesión de control al Gobierno ha resultado ser una
parodia de sumisión al euro. Esa moneda que no hará más que
traernos disgustos a todos los españoles, aunque gobierne el
PP, con los trucos prevalentes de los especuladores por
encima de cualquier otra cosa.
Las medidas que ha tomado el presidente del Gobierno,
Rodríguez Zapatero, son de gran calado con la puntilla de la
desaparición de la ayuda de 426 euros a parados de larga
duración y sin protección y la bajada de impuestos a
pequeñas y medianas empresas y la posibilidad de privatizar
parte de Aena y las Loterías.
Giro a la derecha, palpable desde la bancada de invitados.
La extinción del régimen de clases pasivas y la integración
de funcionarios en el Régimen General es un palo gordo para
todos los trabajadores al servicio del Estado. En resumen:
resultados patentes de la reunión con los grandes
empresarios.
Lo peor será cuando den paso a las Agencias privadas de
colocación. Veremos a las mafias enseñorearse del panorama
laboral español. Al tiempo.
En fin, yo a lo mío y que cada uno aguante su vela.
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