La Vicerrectora de Infraestructuras y Campus de la
Universidad de Granada visitó ayer las instalaciones que
podrían convertirse en la nueva ubicación de la Facultad de
Humanidades de Ceuta. Durante el tiempo que permaneció en el
antiguo acuartelamiento del Teniente Ruiz valoró, junto a
los responsables de las obras, las modificaciones que aún
deben realizarse. Begoña Moreno, sin embargo, destacó la
buena disposición por parte de éstos de adaptarse a las
demandas de la Universidad que incluyen un cambio de
ubicación de la facultad de educación, desde la primera
planta a la segunda del edificio en construcción. En los
planos previos la Universidad de Granada dispondría de la
baja y la primera planta.
Pregunta.- ¿Qué le ha parecido el proyecto de las obras para
el nuevo campus?
Respuesta.- Interesante aunque aún tenemos que valorar
realmente si las necesidades de la Facultad de Educación y
Humanidades, que está previsto que se traslade aquí, pueden
encajar en este edificio y también sopesar las ventajas e
inconvenientes de su traslado. Es muy precipitado prever si
se llevará a cabo. Sin embargo, el lugar escogido sí me ha
parecido excepcional pero es conveniente analizar en qué
mejora esta nueva situación a la anterior ya que hay cosas
que se pierden.
P.- ¿Cómo cuáles?
R.- Básicamente identidad, es decir, la independencia de
situar una facultad en un edificio totalmente dedicado a
ella. En este nuevo proyecto, tendremos que compartir
espacio con otras instituciones.
P.- A pesar de esa particularidad, los beneficios que
podrían reportar este traslado parecen importantes...
R.-Entendemos que así es. No obstante también tendremos que
analizar un concepto que aquí no se ha contemplado: Los
equipamientos del edificio. Será necesaria una reunión con
el Ministerio de Educación y comprobar si la financiación va
a correr a su cargo, ya que esto supondría un coste muy alto
para la Universidad de Granada si no se dispone de su
colaboración.
P.- ¿Qué carencias ha contemplado durante esta visita?
R.-El principal problema que observamos son las propias
necesidades de la facultad. Además, hay otra cuestión a
valorar: la Facultad de Ciencias de la Salud está alojada en
un edificio que no pertenece a la Universidad de Granada. El
contrato de arrendamiento del mismo caducará en un año por
lo que se contempla la posibilidad de poder alojar a sus
alumnos, de forma provisional, en estas nuevas
instalaciones. Habrá que buscar una solución rápida.
P.- ¿Hasta qué punto ha sido determinante, para el
desarrollo de este proyecto, la visita del ministro de
Educación?
R.- Marcó un punto de inflexión. Gracias a eso se han
llegado a unos acuerdos muy importantes entre las
administraciones de la Ciudad, la universidad y el
ministerio. Ha cambiado de forma radical la perspectiva que
se tenía hasta ese momento.
P.- ¿Ve viable la posibilidad de futuras ampliaciones de
este campus?
R.-En esta visita ha sido cuando, por primera vez, nos han
comunicado el número de metros cuadrados disponibles. No
vamos a venir si no es para una mejora sustancial, porque
aunque podamos obtener financiación por parte del Ministerio
de Educación, es obvio que también tendrá un coste para la
Universidad de Granada. Por todo ello, no puedo asegurar que
se vaya a seguir adelante. La decisión es conjunta con los
responsables de la Facultad de Educación y Humanidades,
aunque nuestra intención es colaborar al máximo.
P.- ¿Qué plazo se ha fijado para tomar una decisión?
R.-Nuestra intención es tener una respuesta a finales de
este año para no entorpecer el curso de las obras.
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