Sí, en Cataluña, algo que a mí,
habiendo nacido en Ávila y siendo residente en Ceuta, no
debiera importarme demasiado, de no ser porque lo que ocurra
en cualquiera de los rincones de mi país me puede afectar
directa o indirectamente.
Será una semana de auténtico “fuego cruzado”, dentro y fuera
de “las trincheras” de los partidos que concurren a esas
elecciones, intentando que el famoso tripartito se de el
batacazo y deje su sitio a otra u otras formaciones.
Montilla, por aquello de que le huele la cabeza a
“chamusquina”, comienza a despedirse y su experiencia, en
estos años, no sé si servirá de ejemplo para alguno de sus
correligionarios que, de darse ahora otro tipo de
elecciones, podría salir por la puerta de atrás, o por la
gatera, según lo considerara el electorado.
Cataluña es el primer paso, posiblemente, el aperitivo de lo
que serán las municipales en mayo, donde no sé qué podrán
ofrecer los aspirantes a alcaldes, cuando la casi totalidad
de los ayuntamientos tienen embargada, incluso, la
respiración.
Con todo, sea lo que sea, esta semana oiremos promesas para
todos, la mayoría de los “meetings” será en español, no en
catalán, porque muchos de los votantes, andaluces,
castellanos, extremeños o murcianos, no parece que estén muy
impuestos en esa lengua y para que se enteren bien de todo
lo que les prometen se lo dirán en su propia lengua, en
español, por si con ello suman un voto más.
Y a partir del próximo lunes, una vez que han logrado que el
Madrid sea líder un día más, por lo menos, lo primero que
oiremos decir a todos es que han ganado algo, y no me
extraña, porque la desvergüenza en política ha llegado a tal
grado que, incluso, con unos resultados, de alguno de ellos,
similares a los de Aróstegui, en Ceuta, se ven como
positivos, al menos de puertas para fuera..
No quería quedarme aquí, precisamente hoy, sino en los
cálculos matemáticos, físicos, lógicos o de los que cada uno
pueda hacer, tendentes a ampliar sus dominios en cualquiera
de las parcelas del poder.
Veo que la secretaria general del PP, María Dolores de
Cospedal, pide al presidente el del Gobierno, Rodríguez
Zapatero, que deje paso al Partido Popular.
Si la petición se hace en esos términos, está confundida
María Dolores de Cospedal, por cuanto para que el PP
gobierne, tendrá que ganar, antes, las elecciones y la mejor
forma de poderlas ganar con buenos resultados es dejar que
“se estrelle”, un poco más, el proyecto que a cada instante
va marcando el Gobierno, no para medio o largo plazo, sino
para el día siguiente.
Si hoy hubiera elecciones generales, no cabe la menor duda
de que en La Moncloa habría inquilino nuevo, posiblemente,
sin tener que pactar con nadie y que costaría menos que
tener que pagar los apoyos de grupos mercenarios como están
siendo los canarios y vascos para que salgan adelante los
presupuestos.
Éste será el camino, agotar, si es que hay que agotar, la
legislatura, conocer a fondo lo que hay, ponerse al mono de
trabajo, limpiar ciertos organismos que antes, cuando
gobernaron, no habían limpiado y, con todo eso, a demostrar
que quieren, saben y pueden hacerlo mejor. Es el único
camino.
Todo lo demás, la palabrería barata, no sirve para nada más
que para rellenar páginas de periódicos y espacios de radio
y televisión.
Todavía hay más de un año, de por medio, hasta que lleguen
las generales y en ese tiempo, si es que no aparecen “los
retoños verdes”, o si no nos vuelven a poner “de vuelta y
media”, en foros internacionales, el PP puede prepararse
bien el examen con el que presentarse ante los electores
que, de momento, una vez cada cuatro años son los que
¿mandan?.
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