Más de un millar de musulmanes se dieron cita ayer en la
Musal-la organizada por la Unión de Comunidades Islámicas de
Ceuta (UCIDCE) en Loma Margarita al que asistieron, casi en
su totalidad, el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, y
varios miembros del equipo de Gobierno local que
aprovecharon la ocasión, en el primer día festivo del
Sacrificio, para realtar el ejemplo de “convivencia ceutí”.
Cielos nubosos que terminaron con chubascos débiles hasta la
media jornada presidieron ayer la Fiesta del Sacrificio, que
no sólo supuso una cita de carácter religioso para la
comunidad musulmana sino un marcado espíritu festivo al
considerarse, por primera vez como tal, dentro del
calendario de la Ciudad.
Más de un millar de fieles del Islam secundaron ayer la
Musal-la convocada por la Unión de Comunidades Islámicas de
Ceuta (UCIDCE) en la explanada militar de Loma Margarita,
que estuvo oficiada por el imam tetuaní Otman Benjalu, y a
la que asistieron el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, y
varios miembros del equipo de Gobierno local, que recalcaron
esa “decisión unánime” de la Asamblea de la Ciudad y, en
última instancia, de todos los ciudadanos de Ceuta, de
declarar como festivo el Aid El-Kebir. “De esta manera se da
una manifestación más de la generosidad que caracteriza a la
sociedad ceutí; generosidad, en este caso, en forma de
consideración, de respeto y aprecio hacia una parte de la
población muy importante de Ceuta, que representa el 35% de
la misma”, apuntó Vivas.
Ante la presencia de medios de comunicación nacionales, el
presidente de la Ciudad no dudó en subrayar este hecho
porque “aquí prima la convivencia, un rasgo esencial y
característico que está en las calles, los colegios, en las
instalaciones deportivas, en la Asamblea y ahora también en
el calendario festivo.” En la misma línea, la consejera de
Educación, Cultura y Mujer, Mabel Deu, destacó la
importancia de “compartir y reconocer” como festiva la
Pascua musulmana “sin que los ciudadanos tengan que pedir
permiso en su jornada laboral para poder festejarla con sus
familias, tal y como establece su tradición”.
Del mismo modo, el presidente de la UCIDCE, Laarbi Maateis,
agradeció públicamente la “convivencia efectiva” y la
“muestra de generosidad por parte del colectivo no musulmán
de Ceuta”, confesando su satisfacción al ver que su
comunidad, “después de 600 años, podía disfrutar de una
jornada festiva tanto en el plano personal como laboral”.
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