La parte pública de La Manzana, que supone el 65% del
complejo diseñado por Álvaro Siza, estará terminada la
última semana de febrero. Esta es la previsión anunciada
ayer por el presidente de la Ciudad, Juan Jesús Vivas,
durante una visita de obra en la que acompañó a su autor.
Del conjunto de edificios y espacios diseñados por Siza y de
los que es titular la administración, que les ha dado un uso
cultural, sólo resta por terminar el teatro-auditorio y las
plazas previstas, una en el centro y dos en otros tantos
vértices. El arquitecto mostró a los representantes
institucionales detalles como el blanco definitivo de los
exteriores.
Una nueva visita de obra realizada por el arquitecto autor
del proyecto de La Manzana del Revellín, Álvaro Siza, sirvió
ayer al presidente de la Ciudad, Juan Jesús Vivas, para
marcar la fecha en la que está prevista la inauguración de
lo que resta de la parte pública, el teatro-auditorio, la
plaza central y las que habrá en dos de sus vértices. Será
en la última semana de febrero.
Como en anteriores ocasiones, el autor del proyecto y
director de obra acompañó a los representantes
institucionales de la Ciudad -tres consejeros formaban parte
de la comitiva- y les explicó algunos de los detalles más
significativos de esta última fase del proceso constructivo.
El color que definitivamente tengan los edificios en su
exterior fue una de las cuestiones estudiadas por Siza,
quien eligió el blanco de un tono intermedio de los tres con
los que se hicieron pruebas. Su intención es que la
intensidad de la luz que refleje el complejo no sea
excesiva.
Vivas señaló que se está “en la recta final de un proyecto
trascendental para Ceuta” y quiso hacer memoria al señalar
que han sido “muchos años de vicisitudes, de mucho trabajo,
mucha gestión y mucho esfuerzo económico”. “Pero hoy,
llegado este momento -agregó- creo que de verdad estamos en
un periodo irreversible, que Ceuta verá satisfecha una
aspiración en cuanto a terminar una actuación que formaba
parte de las asignaturas pendientes de nuestra ciudad”.
Vivas insistió en la trascendencia de esta obra “por muchas
razones”, en primer lugar, urbanísticas, porque no podíamos
concebir la potenciación de los activos comerciales y de
otra índole” que se ha llevado a cabo mediante la renovación
del Revellín y de ola calle Real “si no se resolvía este
espacio urbano tan importante”. En el mismo sentido señaló
que la adquisición del cuartel que ocupaba los terrenos se
produjo en 1975, “y hasta hoy esto ha sido una ilusión y una
aspiración colectiva de todos los ceutíes”.
Vivas considera además, que “había que incorporar a Ceuta
una obra de la categoría de esta y hacerlo a través de una
de las figuras más notables de la arquitectura
contemporánea”. El presidente tiene la impresión de que
“estamos ante una obra maestra, porque el sello que ha
otorgado a Siza su prestigio internacional está presente en
esta obra”. De ella, el presidente destacó su “integración”
en la trama urbana y la cuidada elección de los materiales,
“que también son una forma de expresión”, y el “espectacular
tratamiento de la luz hasta el más mínimo detalle”.
Las “necesidades” que viene a cubrir el complejo cultural
también tuvieron un destacado lugar en las palabras del jefe
del Ejecutivo autonómico, quien manifestó que “hacía mucho
tiempo, 30 ó 35 años, que Ceuta tenía necesidad de un teatro
acorde con nuestras posibilidades y necesidades, pero que
supusiera capitalizar las potencialidades de la oferta
cultural de la ciudad”, que la Consejería de Cultura prepara
ya para el momento de su inauguración.
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Vivas califica como un problema de “coordinación” el caso de
la compra de los muebles del Conservatorio
Siza respondió ayer a preguntas de
los periodistas acerca del problema con la compra de los
muebles del Conservatorio que eran un diseño del arquitecto,
y explicó que había avisado a la Ciudad con anterioridad a
la adquisición de parte de ellos de forma externa. El
presidente Vivas reconoció por su parte la existencia de un
problema de “coordinación” y destacó que “confirmada esta
descoordinación se ha solucionado aplicando mucho sentido
común a la cuestión”, pues esos muebles “van a tener un
destino en otros equipamientos y por tanto no es un dinero
que se haya tirado, van a tener una utilidad”. Asimismo
reiteró, como ya se hizo cuando se dio a conocer el
problema, el pasado mes de octubre, que el procedimiento de
licitación pública que dio lugar a la adjudicación del
contrato de suministro de los muebles a la empresa Ebania
fue “transparente y riguroso, resuelto a través de los
correspondientes informes técnicos”, por lo que aseguró que
“la cuestión no da más de sí”, pues se ha resuelto “de forma
inteligente y sin crear ninguna tensión con la dirección
facultativa de la obra”.
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