El auditorio del salón de actos del Palacio Autonómico, casi
al completo, realizaba ayer “un viaje místico a la India
desde Ceuta” para festejar el ‘Diwali’ junto al sacerdote
hindú Juan Carlos Ramchandani, que asombrado por el “éxito”
de esta primera convocatoria de la festividad de las luces
para toda la ciudadanía, incluso proponía una próxima
edición en templos mas grandes, tales como la “Manzana del
Revellín”.
Para disertar sobre la tradición hindú que inauguraba ayer
el nuevo año para esta comunidad, Ramchandani propuso a los
espectadores que tomasen los rituales desde dos perspectivas
bien diferentes: como un espectáculo cultural, “de
enriquecimiento personal siendo partícipes y testigos del
ceremonial”. O como un evento espiritual, haciendo especial
hincapié en esa “conexión con Dios” que va más allá de la
religión que se profese.
Las danzas y cánticos dieron esplendor a un cita marcada
bajo la creencia de que “el conocimiento nace de la
ignorancia” dando voz a esa lucha entre el bien y el mal que
para los hindúes significa el ‘Diwali’. De ahí que los
alimentos bendecidos que clausuraron el acto debiesen
“nutrir el alma con amor y devoción”.
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