PORTADA DE HOY
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sociedad - VIERNES, 15
DE OCTUBRE DE 2010 |
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José Antonio Liébana y Rocío Salcedo. f.r. |
estudio
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La depresión y la ansiedad afectan al
70% de cuidadores de discapacitados |
El
estudio realizado por el equipo del profesor José
Antonio Liébana, presentado en las jornadas de
Acefep, revela que, sin embargo, sólo el 11%
considera al afectado una carga alta
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CEUTA
José García
ceuta@elpueblodeceuta.com |
Las jornadas sobre salud mental organizadas por Acefep
sirvieron ayer de marco para la presentación del primer
estudio que se realiza en Ceuta sobre las consecuencias de
la discapacidad en la familia, que revela que el 70 por
ciento de los cuidadores sufre algún tipo de depresión y/o
ansiedad por esta situación.
Las consecuencias de la discapacidad han sido analizadas en
Ceuta desde muchos ángulos, pero nunca desde la óptica de
los familiares que cuidan a los afectados. Y este ha sido el
objeto del estudio presentado ayer en las jornadas
organizadas por Acefep, que está siendo dirigido por el
doctor en psicología y profesor de la Facultad de Educación
y Humanidades, José Antonio Liébana.
Los primeros resultados de este estudio son francamente
reveladores. Así, el 70 por ciento de los cuidadores sufre
importantes trastornos depresivos y/o ansiosos. Sin embargo,
sólo el 11 por ciento de los participantes en la encuesta
considera al familiar discapacitado una carga alta.
Si embargo, considerar que no se soporta una elevada carga
contrasta con la enorme demanda de más apoyo económico para
resolver las necesidades de la persona con discapacidad. En
concreto, el 80 por ciento de las familias reclamaba más
recursos de los poderes públicos para poder afrontar la
situación.
Si lo que se intenta medir es la preocupación principal de
los cuidadores en relación a su familiar discapacitado, la
obsesión principal es el miedo al destino que pueda
depararle al afectado la pérdida de la persona que le cuida.
Esta preocupación se registraba entre cerca del 80 por
ciento de los sondeados.
Sin embargo, los problemas de autoestima no parecen ser muy
relevantes entre las familias ceutíes que cuidan de alguna
persona con discapacidad. Así, a la pregunta de si sienten
vergüenza por tener que un discapacitado en la familia poco
más del 11 por ciento contestaron que sí.
Son los resultados más significativos de este estudio, que
habrá todavía de detallar aspectos específicos de cada forma
de discapacidad. Sin embargo, el profesor Liébana adelantó
que en las respuestas al cuestionario no se apreciaron
diferencias dignas de mención en función del tipo (psíquica,
física, sensorial...) ni el grado de discapacidad de la
persona que se cuida, en contra de lo que a priori se puede
llegar a pensar.
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Padres y madres cuidadores e hijos e hijas con discapacidad
El estudio sobre las
‘Consecuencias de la discapacidad en la familia’ presentado
ayer en el marco de la jornada sobre salud mental organizada
por Acefep pretende ofrecer una radiografía sobre las
necesidades de las familias que tienen un hijo o una hija
con discapacidad. Porque esta es la única relación entre
cuidador y afectado que se ha analizado, la de padres/hijos,
respectivamente. Para ello, se han distribuido centenares de
cuestionarios entre los familiares de personas con
discapacidad procedentes de cinco asociaciones de la ciudad
que trabajan en este ámbito. En total, se ha trabajado con
130 familias. El estudio ha sido dirigido por el profesor
José Antonio Liébana, que imparte las asignaturas de
intervención psicopedagógica en trastornos del desarrollo y
desarrollo social, moral y sexual en la Facultad de
Educación y Humanidades de Ceuta, pero forma parte de la
tesis doctoral de la licenciada Rocío Salcedo y ha contado
también con la colaboración del profesor Juan Luis Pareja,
particularmente en lo que se refiere al análisis
estadístico. La investigación, de la que ayer se ofreció un
avance en las jornadas que Acefep celebraba en el Salón de
Actos del Palacio Autonómico, se prolongará todavía durante
dos años más, según continuó explicando el profesor Liébana.
Además, tanto sus resultados como su metodología serán
evaluados por un comité de la Universidad de Granada, lo que
garantiza su validez para poder planificar con eficacia los
recursos que requieren los cuidadores de personas con
discapacidad.
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