La magistrada del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción
número 2, en sustitución del juez que llevaba la causa,
decidió ayer dictar el sobreseimiento de las actuaciones por
las que fueron detenidos, por tercera vez, 29 subsaharianos
en la Plaza de los Reyes el pasado día 13. Y ello en base a
la inexistencia de pruebas que pudieran demostrar que el
asentamiento de los inmigrantes frente a Delegación fuese
constitutivo de delito. Los manifestantes salieron de las
dependencias judiciales y regresaron al CETI aunque en el
largo camino mostraron tal agresividad que varios ciudadanos
se encararon con una veintena de ellos.
“No hay delito”. Con esta resolución judicial se saldó ayer
la tercera detención que afectó a 29 subsaharianos el pasado
día 13 tras estar asentados frente a la Delegación del
Gobierno. La magistrada del Juzgado de Primera Instancia e
Instrucción número 2, en sustitución del juez que llevaba la
causa en Primera Instancia e Instrucción número 3, ordenó
ayer el sobreseimiento de dichas actuaciones al considerar
que los hechos no eran constitutivos de delito.
Todo ello después de revisar el atestado, los argumentos y
las pruebas acusatorias presentadas por el Cuerpo Nacional
de Policía a instancias de la Resolución adoptada por el
delegado del Gobierno, José Fernández Chacón sobre las
protestas de los inmigrantes en la Plaza de los Reyes.
Los cuatro abogados que representaban la defensa de los
subsaharianos fueron citados ayer, a las 13:00 horas, en
dicho órgano judicial para la toma de declaración de los
detenidos sobre los que, cabe recordar, se había producido
una prórroga para su retención en los calabozos de Comisaria
y en las instalaciones de la frontera del Tarajal. Casi una
hora después, la jueza comunicaba a los abogados el
sobreseimiento de la causa y se dispuso la puesta en
libertad de los 29 inmigrantes, que abandonaron las
dependencias judiciales sobre las cuatro menos cuatro de la
tarde.
Delegación: empieza el revuelo
Alrededor de las 16:00 horas, varios de los subsaharianos se
asentaron unos minutos en la Plaza de la Reyes a la espera
de que abandonasen los juzgados el resto de sus
compatriotas. Acatando las advertencias de la autoridad
judicial, renunciaron a la protesta frente a Delegación
aunque los ya populares gritos de guerra no pasaron
desapercibidos por los aledaños de la zona.
Algunos optaron por romper las filas que durante casi dos
meses han mantenido a los inmigrantes en las protestas
continuadas que clamaban el fin del limbo jurídico en el que
se encuentran. Sin embargo, casi una veintena de ellos
recorrieron el mismo camino que los condujo a Colón, frente
a la Jefatura Superior de Policía. Tres de ellos intentaron
mantener un encuentro con los agentes del Cuerpo Nacional de
Policía aunque pocos minutos después, los subsaharianos
pasaron del diálogo a la aspereza, incluso mostrando gestos
violentos no sólo con los policías sino con el resto de la
ciudadanía. Actitud que se mantuvo durante todo el recorrido
de los inmigrantes en el regreso al CETI, en el que
estuvieron bajo la mirada del retrovisor de dos furgones del
Cuerpo Nacional de Policía, al ser advertidos por los
ciudadanos que, por las calles, fueron encarando la postura
de los inmigrantes.
Revuelo en el regreso al CETI
Desafortunadamente, después de varios días en los calabozos,
la veintena de subsaharianos que decidió tomar a pie el
camino de regreso al Centro de Estancia Temporal para
Inmigrantes (CETI), decidió festejar la resolución judicial
con algunos tragos, para dos de ellos, demasiados, puesto
que a duras penas se mantenían en pie. Dicha postura, junto
a gritos como “Ceuta racista” e insultos a cuantos
transeúntes se cruzaban, costó a los efectivos de la Policía
varias reclamaciones de los ceutíes, “indignados” por el
escándalo suscitado. Muchos padres de familia se enfrentaron
a los subsaharianos en los Jardines de la Argentina.
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