Guillermo Molina agradeció a todas las autoridades su
asistencia a la puesta de largo del pabellón que lleva su
nombre y reconoció que “me dijeron que preparase algo por si
tenía que hablar, pero prefiero hacerlo con el corazón. Para
mí es un momento muy especial y quiero darle las gracias a
todos los grupos que han apoyado la iniciativa de que este
pabellón lleve mi nombre. Para mí es un motivo de orgullo y
estoy seguro de que había más personas que se lo merecen
tanto como yo”. El waterpolista internacional expresó su
agradecimiento “a mi familia” por el apoyo que siempre le ha
brindado y espera que “esta instalación funcione lo mejor
posible y no nos quedemos aquí. Me gustaría que salgan
adelante más proyectos para que la gente tenga la
posibilidad de practicar deporte en otras instalaciones”.
Guillermo llegó al pabellón acompañado por su tío Miguel
Ángel Ríos, una persona muy especial con la que dio sus
primeros pasos en el mundo de la natación y del waterpolo y
siempre ha estado muy pendiente de su carrera deportiva. El
waterpolista estuvo arropado por sus familiares y amigos en
un acto de los que no se olvidan. Cuando tomó la palabra se
acordó de “mi familia, de mis padres, de mis tíos... todos
han colaborado para que este pabellón lleve mi nombre; lo
único que me sabe mal es que mi abuelo Manuel no haya podido
estar aquí, pero espero que lo esté viendo desde algún
sitio...”.
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