Pensaban que sería cuestión de sesenta minutos para ver con
tranquilidad en el sofá el arranque de la Champions League y
la reunión acabó demorándose más de tres horas. A pesar de
ello no hubo consenso esta vez. El Foro de la Educación
acordó con el respaldo de doce de los 18 integrantes del
mismo que acudieron a la cita (los de las organizaciones
sindicales, los representantes del profesorado y los del
colectivo de padres como ‘núcleo duro’ de la ‘revuelta’)
remitir un escrito al ministro del ramo, Ángel Gabilondo,
poniéndole al tanto de los problemas que arrastra la
enseñanza en la ciudad autónoma y solicitándole una
entrevista, el mismo interés que Vivas le hizo llegar al
delegado del Gobierno hace diez días en su último encuentro.
Hasta que el órgano consultivo creado la primavera pasada no
reciba respuesta, para bien o para mal, suspenderá sus
actividades. Durante ese periodo una Comisión que todavía
desconoce quiénes serán sus miembros se encargará de dar
cuenta a la opinión pública de los avances, retrocesos o
ausencia de novedades que se registren en esta nueva
posición de fuerza, según explicaron ayer a este periódico
varios de los reunidos al término de la Sesión Plenaria
Extraordinaria convocada con el objeto de tratar como único
punto del Orden del Día la aprobación por parte del
Ministerio de un calendario escolar que no atendió las
sugerencias del Foro.
El órgano que preside Francisco Díaz Rosas se dividió ayer
así por primera vez desde su constitución oficial en dos
grupos: los más beligerantes con la gestión que la
Administración educativa lleva a cabo en Ceuta (aglutinados
alrededor de la FAMPA y las centrales sindicales) y el
resto, que por convicción u obligación se abstuvieron o se
pronunciaron en contra de lo acordado. Queda, no obstante,
espíritu de grupo: los primeros pidieron expresamente que no
se citara por su nombre a los segundos.
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