El romance institucional entre la Delegación del Gobierno y
la Ciudad Autónoma da signos de agotamiento en el ámbito
educativo. Ya no son sólo los representantes del Ministerio
los que lamentan no tener más que “buenas palabras” de la
Administración local en lo que a la cesión de solares se
refiere. La consejera de Educación, Mabel Deu, afirmó ayer
en calidad de portavoz accidental del Ejecutivo local que no
entiende la polémica de la limpieza de los colegios y
deslizó que la relación directa con la Dirección Provincial
es poca o nula.
La excelsa sintonía que los máximos responsables de la
Delegación del Gobierno y la Ciudad Autónoma exhiben cada
vez que tienen oportunidad parece estar cortocircuitada en
Educación, donde más allá de las paupérrimas estadísticas
que arroja Ceuta en cada balance de su situación académica
todo el mundo dispara contra todo el mundo. “Unas personas
manifiestan unas cosas y otras personas otras. Así que es
imposible saber quién está diciendo... [la verdad]”, lamentó
Bel sobre el asunto puntual de la limpieza de colegios.
Si hasta ahora habían sido altos representantes del
Ministerio de Educación como su director provincial en
Ceuta, Aquilino Melgar, o su directora General de Evaluación
y Cooperación Territorial, Rosa Peñalver, los que habían
confesado en público su malestar por no tener más que
“buenas palabras” de la Ciudad en lo tocante a la cesión de
solares para construir nuevos centros ayer fue la consejera
de Educación, Mabel Deu, la que insinuó que tampoco la
Administración local está del todo contenta.
En calidad de portavoz accidental, un papel que desempeña
con la honestidad de quien dice “no sé” cuando no sabe en
lugar de entregarse al circunloquio, la consejera se explayó
cuando se le preguntó por la polémica de la limpieza de los
centros de Infantil y Primaria, atizada por los sindicatos
docentes con CCOO a la cabeza.
“Esta consejera no miente, aunque pueda tener otra opinión”,
inició su alocución a los periodistas Deu, quien negó tener
ninguna “manifestación, denuncia por escrito, llamada o
queja” más allá de la “verbal” de los representantes de
Comisiones de “disconformidad” por parte de ningún centro
educativo, cuyos equipos directivos tienen encomendada la
misión de comunicar cualquier disconformidad con el servicio
recibido no firmado las certificaciones mensuales
correspondientes.
Hasta ayer, dejó claro la consejera, todas han llegado con
la rúbrica y el sello correspondiente, por lo que aseguró
“no entender” la razón del conflicto generado, algo que
atribuyó con humildad e ironía a una presunta “estrechez de
mente” suya.
“Estamos a disposición de los centros para mejorar el
servicio, pero los mecanismos legales son los que son”,
dijo. Esto es: si la adjudicataria no cumple lo que hay que
hacer es no firmar para que la Ciudad pueda “no pagar o
abrir un expediente”, ya que a su juicio el contrato
vigente, que no señala día concreto para el inicio de las
tareas, sí tiene una “instrucción” clara: el mantenimiento
de los trabajadores de la plantilla y “que el día 1 de
septiembre los centros deben estar limpios y el 9 en
perfecto estado de revista”.
Claro que por el camino dejó recaditos varios. De entrada
desveló que según la adjudicataria del servicio de limpieza
cuando sus trabajadores se personaron en los centros, la
última semana de agosto, se encontraron cinco cerrados.
Bochorno para la Dirección Provincial, que justo antes del
inicio de curso reconoció su doble “preocupación” por este
problema: “Nos hemos informado y se me ha dicho algo que no
me gusta: que había centros cerrados. No podemos quedar en
evidencia, pero tampoco que la Ciudad no cumpla su
cometido”, valoró Melgar el tema hace 10 días.
Además, Deu dijo que la Ciudad, a través de la empresa
adjudicataria, hace “favores” sin contraprestación al
Ministerio de Educación como el de limpiar los comedores
cuando el Estado deja de hacerlo sin que se sepa por qué.
Reunión en noviembre
Para encauzar la situación la Ciudad convocará “en
noviembre” una reunión a la que estarán invitados “uno, dos
o tres representantes, los que quieran”, de los directores
de los colegios; la adjudicataria del servicio [Limpiezas
Ceuta] y la propia Consejería. No la Dirección Provincial,
con la que Deu recordó ayer que su departamento no se reúne
nunca, otro agravio que sumar al de que Ceuta no sea
convocada jamás a la Conferencia Sectorial de Educación a
diferencia de lo que sucede con Empleo pese a no tener
competencias tampoco.
Divergencias al margen Deu insistió ayer en que la Ciudad
trabaja para ceder solares en los que el ME pueda construir
“de una vez por todas nuevos colegios e institutos y confesó
su “preocupación” por la saturación de las aulas. “No
tenemos competencias, aunque mantenemos la cooperación
institucional y una relación formal y estable con el
Ministerio y la Dirección Provincial pero no reuniones
directas porque no se nos ha invitado”, remachó.
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Las certificaciones de limpieza se firman por anticipado “a
veces”
¿Cómo puede ser que la inmensa
mayoría de los colegios dijeran a CCOO el 1 de septiembre
que sus instalaciones no estaban en condiciones dignas de
limpieza y que todos hayan firmado hasta ahora sus
certificaciones oficiales al respecto? Fuentes educativas
explicaron ayer que “por buena voluntad, quizá por exceso”,
algunos equipos directivos, para no “fastidiar” a la empresa
adjudicataria del servicio, rubrican a veces por adelantado,
sobre todo antes del periodo vacacional, sus
certificaciones. ¿Cómo puede ser que haya colegios cerrados
a finales de agosto? “Porque no tengan conserje, porque
estos no estén en su puesto todo el tiempo que deben o
porque los equipos directivos no se preocupen”, señalaron
estas mismas fuentes, conocedoras de la situación a pie de
centro.
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