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sociedad - LUNES, 13 DE SEPTIEMBRE DE 2010


reclusos de los rosales. archivo.

INSTITUCIONES PENITENCIARIAS
 

Unos 78 reclusos de Los Rosales gozan de la libertad condicional

Desde la prisión ceutí preven que este año se supere la cifra de 2009, de 106 permisos. Otros 80 presos se encuentran ya en tercer grado, por lo que pueden entrar y salir de la cárcel para trabajar o estudiar al haber cumplido más de la mitad de la condena

CEUTA
Cristina Marzán

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Mientras que en 2009 fueron concedidas 106 libertades condicionales, en lo que va de este año el número de expedientes tramitados ya ronda los 78, por lo que desde el Centro Penitenciario Los Rosales preven que en este ejercicio se superen. De manera paralela, los reclusos en tercer grado también rondan los 80, lo que significa que han cumplido más de la mitad de su condena.

Alrededor de 78 internos del Centro Penitenciario Los Rosales tienen ya marcado su expediente con vistas a la obtención de la libertad condicional. Una cifra que se puede considerar alta teniendo en cuenta que en el pasado ejercicio se tramitaron 106 permisos de este tipo.

Además, y según señalaron desde la cárcel ceutí, el que se tengan sobre la mesa más expedientes de libertad condicional se traduce en un incremento de reclusos que se encuentran en el tercer grado de su condena, siendo este uno de los requisitos para el estudio de la condicional.

“La gran mayoría son expedientes favorables para que a esa persona le den la libertad condicional, cumpliendo requisitos mínimos como la estabilidad en el trabajo, el proceso formativo superado, es decir, todo aquello que se enmarca dentro del razonamiento subjetivo”, argumentó Máximo Martínez, subdirector de Tratamiento de la cárcel ceutí.

Cuando un interno ya ha obtenido este permiso, su vida la realiza en el exterior aunque sigue dependiendo de la prisión y sus normas, tales como la firma cada mes en los Servicios Sociales, la asistencia a un programa de drogodependencia u otras medidas correctoras. “La diferencia entre el tercer grado y la libertad condicional es que en el primer supuesto, el recluso duerme dentro del centro, del que sale y entra con permisos, mientras que el otro ya habita en sociedad”, perfiló Martínez.

Con vistas a este tercer trimestre del año, desde Los Rosales preven un incremento de libertades condicionales con respecto a 2009, llegando a estar por encima de los 106 expedientes. Pero, para el disfrute de la misma, el interno debe cumplir tanto los requisitos objetivos como subjetivos. “Estar en tercer grado y haber cumplido las tres cuartas partes de la condena es lo imprescindible porque, de lo contrario, no existe esa retribución por nuestra parte, además de lo que exige la ley en el artículo 90 del Código Penal. Todo ello en cuanto a libertad condicional ordinaria se refiere”, apostilló el subdirector de Tratamiento.

Clasificación penitenciaria

Lo que marca el régimen de vida de un preso es su clasificación penitenciaria, es decir, el grado de su condena.

Los reclusos de mayor peligrosidad o antisociales, que no son capaces de llevar un régimen de vida ordinario y sobre los que pesa una mayor vigilancia, estarían enmarcados en el primer grado. De estos, “no hay ninguno en Ceuta”, afirmaron desde la cárcel ceutí.

Al segundo grado pertenecen los presos con régimen de vida ordinaria aunque dentro de prisión y sin salir al exterior. Concretamente en Los Rosales, unos 50 reclusos se mantienen en este grado a expensas de cumplir los requisitos necesarios para la obtención de un primer permiso e iniciar las relaciones familiares que quedaron atrás con la condena privativa de libertad. “Este grado es un cajón de sastre porque hay de todo, desde personas que cumplen penas por narcotráfico, pasando por violencia de género, el robo o la libertad sexual”, explicó Máximo Martínez, subdirector de Tratamiento del centro penitenciario de la ciudad.

Y en el tercer grado, el interno ya tiene la opción de salir al exterior para citas concretas, como trabajar, estudiar y siempre, cumpliendo un perfil de baja peligrosidad y pocas probabilidades de volver a reincidir en un delito. Como característica especial, dentro de Los Rosales hay otra cifra de presos que no están clasificados por grados, ya que se encuentran a la espera de juicio pero están privados de libertad con carácter preventivo. Aquí se situarían unas 140 personas más dentro de la prisión ceutí. Casi todas las libertades condicionales concedidas por Los Rosales son ordinarias aunque, dependiendo del caso, pueden darse diferentes modalidades.
 


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