La solución a las protestas que hace 14 días comenzó un
grupo de unos 70 subsaharianos que exigían la resolución de
sus expedientes de asilo y su salida de la ciudad autónoma,
se ha producido de forma progresiva, aunque ayer al menos
dos docenas de ellos se mantenían aún frente a la sede de la
Delegación del Gobierno, tras devolver a la Policía el
documento en el que se les comunicaba a resolución de
suspender sus movilizaciones ante los perjuicios que están
generando al resto de ciudadanos. Mientras, la protesta se
ha visto mermada con la expulsión de 14 de sus integrantes
iniciales al resolverse sus procedimientos.
Los 14 subsaharianos cuyos expedientes de expulsión del país
habían finalizado, tal como se anunció por parte de la
Delegación del Gobierno el pasado lunes, comenzaron ayer su
camino de regreso a sus países de origen. En el mismo
momento en que eran introducidos en los furgones que les
trasladarían a los juzgados y al Centro de Estancia Temporal
de Inmigrantes (CETI) para recoger sus pertenencias, sus
compañeros devolvían en la puerta de la Jefatura Superior de
Policía la resolución del delegado del Gobierno que ordenaba
la suspensión y, “en su caso”, disolución de las
manifestaciones que mantienen desde hace 14 días.
La entrega de la copia con la resolución firmada por José
Fernández Chacón este lunes comenzó pasadas las once de la
mañana. Algunos se afanaban en leer el documento, de seis
páginas, mientras otros lo rompían. A las puertas de la
jefatura del Cuerpo Nacional de Policía (CPN), los
inmigrantes eran llamados uno a uno, con manifiestas señales
de disgusto de los concentrados, que seguían clamando, en
francés, por su “libertad”. A las 12.20 horas, entre gritos
de “¡Hasta la muerte!” y “racismo”, uno de los integrantes
de la protesta que había reunido un buen número de
resoluciones, se acercó hasta la puerta de la comisaría para
depositarlas en el suelo, de donde inmediatamente, y antes
de que se desperdigaran por el fuerte viento reinante a esa
hora, un agente las recogió.
Mientras el grupo se trasladaba, por las calles Teniente
Muñoz Castellano, Cervantes y Beatriz de Silva, hacia la
plaza de los Reyes para volver a concentrarse frente a la
Delegación, otros comenzaban su periplo de regreso a sus
lugares de origen. Tras ser presentados ante el juez, y
según el procedimiento establecido, los subsaharianos a los
que se ha rechazado la solicitud de asilo fueron trasladados
al CETI y de ahí, en barco, a un Centro de Internamiento de
Extranjeros (CIE) de la península para su posterior
repatriación.
Un furgón llegaba al CETI a las 14.05 horas y exactamente
dos horas después salía, con los inmigrantes siempre
esposados, con destino al puerto. Además de por otro
vehículo de escolta, la comitiva estaba formada por una
furgoneta que transportaba los objetos personales y bolsas
de comida proporcionadas por el personal del CETI.
Despedidas
En todo momento los inmigrantes expulsados se mostraron
tranquilos y colaboradores, y aunque a su llegada y salida
del CETI se creó una aglomeración de residentes en torno a
ellos, la Policía mantuvo también una actitud relajada que
permitió las conversaciones de última hora y las despedidas.
Por su parte, el grupo de unos 20 hombres que aún persistía
en su protesta en la plaza de los Reyes, esta vez sólo con
cánticos y gritos, se reunía en asamblea. Uno de sus
portavoces aseguraba que estaban dispuestos a continuar a
pesar de su cansancio, pues “tenemos derecho a la libertad,
como todo el mundo”. Uno de los manifestantes hubo de ser
retirado por los agentes de la Policía Nacional cuando, a
medio día y según relataron testigos presenciales, se
desnudó por completo en plena plaza.
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