El que es el tercer verano marcado por la crisis económica
también ha tenido su repercusión en los comercios del
Polígono Industrial del Tarajal y la llegada del mes del
Ramadán, un mes en el cual el consumo suele ser mayor debido
a las fiestas, no ha servido demasiado para mitigar los
resultados finales.
Tal y como explica el presidente del referido polígono
industrial, Mohamed Ahmed, “las ventas han bajado en
sectores habitualmente muy demandados durante estas fechas
como la alimentación, y lo ha hecho aún más en otros como
las telas”.
Menos vueltas a casa
Ahmed ha explicado que uno de los principales puntos que hay
que tener en cuenta para analizar la situación es “la menor
llegada de trabajadores marroquíes residentes en Europa”.
“En Europa la crisis es muy dura y en muchos países lo es
con especial énfasis, y muchos de estos marroquíes
residentes en el continente vecino se encuentran en paro o
con menos ingresos debido a la situación” afirma el
presidente del Polígono Industrial del Tarajal, que añade
que “evidentemente, muchos de estos marroquíes, que a menudo
viven en países europeos con sus familias, no han vuelto
este año de vacaciones a Marruecos debido a la necesidad de
contraer el gasto y ahorrar”.
“Además, durante el mes sagrado del Ramadán, el mencionado
gasto suele ser el doble del habitual o por lo menos
bastante más elevado que en otras épocas” concluye Ahmed.
El presidente de este polígono industrial de la frontera con
Marruecos explica que en este contexto “de crisis” los
productos más vendidos han sido los zumos, los yogures y,
sobre todo, el queso de bola, y declara además, con
preocupación, que “este verano han tenido que cerrar ocho
locales de la zona debido a las ventas del todo
insuficientes”.
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