El hecho de que el Ramadán, el mes sagrado de los
musulmanes, haya llegado este año en pleno y “próspero”
agosto ha hecho que las ventas en los establecimientos de la
ciudad hayan bajado de manera notable. A este mencionado
hecho, por supuesto, se ha sumado la eterna crisis económica
en el que es su tercer verano.
La llegada del Ramadán en pleno agosto ha condicionado las
cuentas de muchos de los comercios de la ciudad, que tienen
como principales clientes a ciudadanos marroquíes. Y es que
como consecuencia de la celebración de este mes sagrado,
estos compradores habituales no se trasladarán este fin de
temporada estival a Ceuta, como suelen hacer cada año, para
pasar sus vacaciones de compras.
Dando una vuelta por los comercios de la ciudad y
especialmente por el céntrico y en otras épocas del año
cargado de compradores Paseo del Revellín se puede comprobar
este hecho. Durante la mañana, son muy pocos los clientes
musulmanes que entran en los establecimientos, y, al llegar
la tarde, hay veces que, en palabras de algunos comerciantes
ceutíes, “el Revellín parece un desierto”.
Pero el mes sagrado musulmán no es el único problema: la
crisis también se ha unido para hacer de las suyas. Y es su
tercer año; su tercer mes de agosto. Y agosto es un mes que
siempre se caracteriza por las “buenas ventas”.
“El día antes del comienzo del Ramadán el negocio estaba
lleno de clientes musulmanes y, justo al día siguiente, ya
se había notado la bajada” explican las fuentes consultadas
del establecimiento ‘Super Sport’, que confirman que “por la
mañana hay más afluencia, pero por la tarde la falta de
visitas se nota más”.
El encargado de la céntrica tienda de moda ‘Club’, Francisco
Buades, también destaca que “en agosto se suele vender el
doble y el Ramadán ha afectado bastante: ahora podemos estar
a un 50% de ventas”. Buades añade además que “suelen
desplazarse muchos marroquíes del sur hasta el norte para
venir a comprar a Ceuta y, este verano, estamos echando más
en falta a estos compradores”.
Fuentes de los céntricos almacenes de ‘Zara’ confirman las
anteriores afirmaciones, aunque declaran que “a la crisis
nos hemos acostumbrado y le hemos hecho frente, pero la
incidencia del Ramadán en pleno verano se nota”.
“Lo que está claro es que una grandísima parte del comercio
de Ceuta vive del trato con Marruecos, y con el Ramadán la
afluencia de marroquíes está verdaderamente floja” explican
los encargados de ‘Inter Sport’, que corroboran que “las
horas más flojas son las de la tarde y especialmente las que
se van acercando a la noche”.
Joyerías
Las joyerías, unos de los negocios que tradicionalmente
acaparan a muchos clientes marroquíes de alto poder
adquisitivo, también han notado la suma de la crisis
económica y de la llegada del mes sagrado de los musulmanes.
Encargados de la emblemática ‘Joyería Benítez’ declaran que
“se ha notado la bajada de clientes musulmanes en nuestro
campo en Ceuta, y se ha notado desde que el Ramadán empezó”.
Mariano Catarecha, de la también emblemática joyería del
mismo nombre, va aún más allá y explica que “en Ceuta, el
cliente venido desde Marruecos nos supone el 100% de las
compras: así de claro”. “Tenemos que cuidar especialmente a
este cliente y, desde que el Ramadán ha dado comienzo, hemos
tenido tardes de diario que en el Paseo del Revellín
parecían ser puros domingos”, señala.
También han notado la caída de la afluencia de compradores
marroquíes negocios con mercancías tan variadas como el ‘San
Pablo Center’, cuyos encargados afirman que “siempre ocurre
igual: la llegada del Ramadán se nota y agosto es un mes que
habitualmente viene caracterizado por unas muy buenas
ventas”.
El mes sagrado de los musulmanes ha tenido igualmente su
incidencia en los negocios especializados en teconología y
videojuegos: en el céntrico ‘Bazar Virginia’ también “se ha
notado” la menor llegada de clientes desde Marruecos a la
ciudad.
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