El curso político local se cerró ayer en el Pleno con el
debate de una moción, la que presentó el PSOE sobre la
presunta irregularidad que implicaría el que González Pérez
haya pedido ser consejero de STAMP y el Gobierno local le
haya adjudicado provisionalmente el concurso de transporte
de basuras a la Península a Urbaser, que lleva a esta
naviera como subcontrata, que dio pie al consejero de
Hacienda para desvelar que Contratación ya ha descartado tal
posibilidad.
El consejero de Hacienda, Francisco Márquez, tenía todas las
cartas y sus bazas eran tan fuertes que arrinconó muy
fácilmente a la portavoz socialista, Inmaculada Ramírez, que
insistió a través de una moción de urgencia en las posibles
irregularidades que Carracao enumeró anteayer en relación
con la solicitud que el diputado ceutí, Francisco Antonio
González Pérez, planteó en febrero al Congreso para ser
consejero de STAMP y el hecho de que la Ciudad haya
adjudicado provisionalmente a Urbaser, que tiene a esta
naviera como subcontrata, el concurso de transporte de
basuras a la Península.
El asunto, que se presentaba como uno de los debates más
animados de la Sesión, confirmó las expectativas, al menos
por el lado del Gobierno, que a través de Francisco Márquez
se lo tomó muy en serio. El consejero fue muy duro con la
forma y con el fondo de la iniciativa socialista, que
reclamaba la paralización de concurso, solicitud que al
titular de Hacienda le sonó a ineptitud cuando explicó que
“cualquier recurso de una de las partes del proceso lo
suspende”.
Y el PSOE sabía que había un recurso, porque Carracao ya lo
señaló anteayer, porque lo ponía en su moción y porque su
argumentario es, desveló ayer Márquez, “exactamente igual”
al del PSOE, por lo que arremetió contra los socialistas por
promover “una interferencia política sin precedentes en esta
institución en un procedimiento administrativo”.
Más tarde el consejero rechazó de nuevo la “maniquea”,
“irresponsable” y “alocada” denuncia del PSOE por aparentar
“hablar por boca de una empresa” pero antes prolongó su mofa
de la moción de urgencia al destacar que el importe de la
adjudicación provisional a Urbaser para los próximos seis
años no asciende a 54,5 millones, como dijo Carracao y ayer
repitió Ramírez, “sino a 27, una diferencia apenas
relevante”, ironizó.
La primera réplica de Márquez sorprendió por su contundencia
a Ramírez, que defendió la legitimidad del PSOE para exponer
sus dudas en el Salón de Plenos sobre lo que le parezca más
oportuno e insistió en preguntarle “por qué se exalta”.
“No tire la piedra y esconda la mano”, le dio la dúplica el
consejero, que descubrió que el Negociado de Contratación ya
ha analizado la presunta incompatibilidad del diputado
emitiendo un informe en el que rechaza que exista ningún
problema con ella.
El consejero dijo que dicho dictamen se hará público en un
futuro y no abundó en su contenido, aunque sí avisó a la
socialista de que el veto que la Ley de Contratos del Sector
Públicos extiende a los diputado que asesoren a empresas que
reciban financiación pública no va más allá de aquellos “en
quienes concurra la circunstancia de administrador”.
Ramírez se dio por satisfecha con la confirmación
gubernamental de que el proceso de adjudicación del concurso
de transporte de basuras está paralizado y quiso hacer en su
último turno ante el micrófono para cerrar el debate una
causa general contra las “colocaciones a dedo” que según
denunció está propiciando el Ejecutivo ceutí “Pleno tras
Pleno”, aunque el presidente la cortó recordándole que debía
ceñirse al asunto que se estaba debatiendo.
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