El vertido ilegal de escombros, una lacra que no acaba de
erradicarse en la ciudad, es causa en ocasiones de problemas
añadidos de seguridad ciudadana. En esta situación se ven
los vecinos del entorno del Puente del Quemadero, una zona
en la que se lleva a cabo una importante obra pública que
los desaprensivos aprovechan para verter todo tipo de
residuos, la mayoría de ellos, escombros. “Vienen por la
noche, descargan y se van, les oímos desde casa, no les
vemos porque no hay luz en la calle, está todo oscuro, y
tenemos miedo”, relata uno de los vecinos con los que ha
hablado este diario. Este mismo habitante de la zona afirma
haber sufrido amenazas de quienes se acercan por la zona a
dejar basura.
Otro de los residentes corroboraba la información de su
convecino, al afirmar que no son pocas las veces que han
llamado a las autoridades para denunciar la situación, pero
asegura que los infractores se han enterado y los tienen
atemorizados.
“Esta zona está fatal, a veces nos dejan la basura en mitad
del camino y para pasar tenemos que tirarla nosotros mismos
a la vaguada”, explica otro vecino, que afirma que había un
plan para solucionar la situación de este núcleo de
viviendas pero que alguien “de las obras” les dijo que “no
se había llegado a un arreglo con los militares”, pues el
terreno es propiedad de Defensa.
Otra de las zonas en las que aparecen vertidos recientes,
alejada de las más “habituales”, que suelen estar en el
entorno de la frontera y del Príncipe, es el barranco de
Piniers, donde en plena naturaleza aparecen amontonados
basura y escombros de todo tipo. Entre estos residuos se
observan algunos tan peligrosos como el depósito de
combustible de un vehículo.
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