La última reunión celebrada entre representantes de los
Colegios de Farmacéuticos de las ciudades de Ceuta y
Melilla, acompañados de miembros del Consejo General de
Colegios de Oficina de Farmacia (CGCOF), las empresas de
tecnología que desarrollan los módulos de las aplicaciones y
los representantes de Ingesa para avanzar en la aplicación
de la receta electrónica ha adoptado diferentes decisiones.
Según explica el Ingesa en una nota, en primer lugar se
encuentra la identificación de pacientes para acceso a la
receta electrónica desde las oficinas de farmacia, que se
realizará con tarjeta sanitaria de banda y, como alternativa
de contingencia, la lectura de código de barras PDF con
estos datos desde la hoja de tratamiento. Asimismo, la
dispensación de fórmulas magistrales, vacunas, etc… que no
tienen código normalizado se dejan fuera de la receta
electrónica en la primera fase.
Se estima una duración de cinco meses para los desarrollos,
adaptaciones y trabajos que hay que realizar para la
conexión de las oficinas de farmacia a la receta
electrónica. Se realizará un plan de proyecto para poder
hacer una programación adecuada de manera que se puedan
realizar las primeras pruebas piloto a finales de año. Una
vez visto el plan de trabajo, se llevarán a cabo las
actividades de difusión conjuntas a profesionales,
farmacéuticos y médicos.
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