Un juicio que inicialmente tenía previsto sentar en el
banquillo de los acusados a un hombre por estafa,
apropiación indebida y deslealtad profesional, se resolvió
ayer en la Audiencia Provincial con un acuerdo entre las
partes ya que la acusación particular decidió, en última
instancia, retirar la denuncia alegando motivos familiares.
Y el Ministerio Fiscal no había ejercido acusación alguna al
considerar que no existía delito penal.
Al parecer, todo el procedimiento surgió a raíz de una
vivienda que la denunciante compró a un promotor a través de
un contrato privado. Pero este, finalmente, cobró el doble
de dinero por el domicilio y finalmente dejó a la mujer y a
su hija, sin las escrituras, con un embargo a Hacienda y la
Seguridad Social. El acusado, muy relacionado a nivel
familiar con la denunciante, adquirió la vivienda ya que el
banco la había puesto en venta, con el fin de que se la
adjudicasen pero el pago de la hipoteca pasaría a la
denunciante, puesto que esta no tenía en dicho momento
solvencia para la adquisición, en el año 1993. En 2008,
según la defensa, esta se negaba a dar los pagos mensuales
de la hipoteca por lo que resolvió ejercer una denuncia
contra su familiar.
Después de tantos años y trámites, el juicio ni siquiera se
celebró ya que la acusación particular retiró la denuncia
alegando relaciones familiares y se estableció un pacto
entre ambas partes por el que dicha vivienda, situada en
Gran Vía, saldrá a la venta. De los beneficios de la misma,
se repondrán las pérdidas del acusado por los préstamos
dados a la denunciante y la diferencia, pasará a manos de
esta.
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