A las 11:00 horas los alrededor de 200 romeros ceutíes que
cada año rinden homenaje al querido Santo de Padua
partieron, sin que les importasen lo más mínimo las amenazas
de la lluvia, desde el céntrico entorno de la Plaza de
África y de la Gran Vía con dirección a la Ermita de San
Antonio, la cual acogió la Sagrada Misa de la onomástica a
las 13:00 horas. Llegó después el momento de la procesión de
la imagen a través de las carreteras del Monte Hacho.
Autoridades de la Ciudad como su presidente, Juan Vivas, se
encontraron presentes en un acto en el que la Casa de Ceuta
en Algeciras participó como uno de sus platos principales.
La amenaza de lluvia pendió sobre la ciudad a lo largo de
todo el día, pero esto no sirvió para que los romeros que
arroparon ayer, como todos los años, a San Antonio, dejasen
de lado -ni siquiera “se les pasó por la cabeza”- su cita
con una de las tradiciones más queridas de Ceuta.
A las 11:00 horas ya estaban todos los romeros ceutíes
reunidos en el céntrico entorno de la Plaza de África y de
la Gran Vía para ocupar su lugar en una de las diez bateas
que, abarrotadas, partieron con destino al Monte Hacho para
dejarles en el entorno de la Ermita. Otros peregrinaban a
pie desde sus propias casas y otros lo hicieron un poco más
tarde a bordo de los autobuses del servicio gratuito que la
Viceconsejería de Festejos facilitó para esta esperada
festividad. En total, fueron unos 200 romeros.
El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, fue uno de los
primeros ceutíes en demostrar su fidelidad a la tradición y,
poco antes de las 11:00 horas, mantuvo un encuentro con los
periodistas de la ciudad para declarar su amor a la
celebración de la onomástica del Santo de Padua. Vivas
destacó “la importancia de, un año más, tener un encuentro
con esta querida figura”, un encuentro en el que “los
ceutíes también disfrutarán de un espléndido día”.
Vivas, por supuesto, acompañó a los romeros ceutíes durante
todo el acto que tuvo lugar en el entorno de la Ermita de
San Antonio, al igual que lo hicieron otras personalidades
de la Ciudad.
La Misa
La Misa, que corrió a cargo del Vicario General de Ceuta,
Francisco Correro Tocón, se celebró frente a las puertas de
la Ermita “un poco más tarde que otros años debido a que la
festividad ha caído en domingo, por lo cual los sacerdotes
hemos estado ocupados hasta la media mañana atendiendo a
nuestras propias parroquias”.
Sin embargo, desde antes del oficio ya el ambiente era de
diversión: el Coro ‘Añoranzas del Estrecho’ de la Casa de
Ceuta en Algeciras, que viajó ayer en barco desde la ciudad
gaditana, entonó dos canciones “sobre el amor y la
fraternidad que existen y siempre existirán entre Ceuta y
Algeciras”.
Esta actuación contó con el cantaor Luis Martín, originario
del pueblo de Mieres, en Asturias, el cual “con únicamente
seis meses viviendo en Algeciras” ya se siente “algecireño y
por supuesto ceutí “. “En ambas ciudades y en la Casa de
Ceuta en Algeciras me han tratado como si fuese uno más de
la familia y esto es algo que agradeceré siempre: por eso
estoy aquí dándolo todo en este día”, declaró este asturiano
“amante de la canción y de esta festividad de San Antonio”.
La procesión
Una vez finalizada la Sagrada Misa, la artista local Loli
Álvarez entonó varias canciones dedicadas a la figura de San
Antonio, tras lo cual se procedió al paseo del trono del
Santo de Padua, que, mecido por sus costaleros en “unas
maniobras muy difíciles”, bajó las escaleras de piedra de la
Ermita para recorrer una parte de las carreteras del Monte
Hacho ante las miradas de los ceutíes que le rendían tributo
a su paso.
Posteriormente, le llegó el turno a la hora de la comida, a
la que siguieron los tradicionales bailes, las risas, las
bromas y, por supuesto, la devoción y la amistad.
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