Eso parece que debía ser el
asentamiento con unos cuantos inmigrantes, de una forma no
controlada, en el monte y que con los primeros calores de
los finales de la primavera, echaron a arder, hace unos
días.
Ya se han comenzado a hacer comparaciones, y la primera ha
sido asemejarlo con esos campamentos que, al otro lado de la
frontera, albergan a docenas de inmigrantes que esperan
poder saltar, un día, a esta otra parte.
La situación, en principio, no puede considerarse baladí,
por cuanto personas descontroladas pueden aportar todo lo
que uno piense y lo que no quisiera tener: incendios,
enfermedades o problemas sanitarios, contaminación
ambiental... .
En este caso, parece que se trataba de un asentamiento
formado por media docena de chabolas, totalmente,
incontroladas, con todo lo que sus “habitantes” o “ex
habitantes” habían dejado.
Ni que decir tiene que, una vez declarado el fuego, ese “
campamento” fue abandonado, con lo que los bomberos tuvieron
que acudir a sofocarlo.
Y esto que ha sucedido ahora tiene otros antecedentes,
puesto que no es la primera vez que ello sucede, en el monte
de Ceuta. En más de una ocasión, ya, el monte ha sufrido
algún incendio debido a estos campamentos descontrolados.
Se me ocurre una primera pregunta ¿No hay control, en toda
regla, en el monte?. Me parecería anormal que no lo hubiera,
especialmente al darse la circunstancia de que no se trata
de un monte de grandes dimensiones, ni de unos ambientes a
los que fuera muy difícil acceder, para evitar
circunstancias como esta.
Las fotos que aparecen en la prensa, no dejan lugar a dudas
de que hay zonas en el monte en las que debe campar por sus
fueros más de un descontrolado. Y es que el lugar aparece
plagado, esa es la palabra, de todo tipo de residuos, de
envases plásticos, de chapas, de utensilios de cocina y de
todo lo que uno pueda imaginar.
Es más, y esto da idea de la agudeza que hay que tener para
poder sobrevivir, en unas condiciones al límite de lo
soportable, el campamento está escondido entre la maleza, no
es visible desde sus inmediaciones, es complicado llegar
hasta él, puesto que hay que ir por unas veredas estrechas,
con lo que su existencia ha sido conocida por el incendio
que tuvieron que sofocar los bomberos.
En esos momentos, ya, “sus inquilinos” habían desaparecido y
se habían instalado ¿?, ya veremos donde.
En decenas de ocasiones hemos abordado temas en relación con
los inmigrantes que aparecen fuera de todo control. Aquí
entramos en eso mismo, y lo que no podemos hacer es mirar
para otro lado, o dar por bueno que se haya podido apagar el
fuego, sin más.
La situación no es sólo eso. La situación empieza a ser
preocupante y, muy especialmente, para quienes tienen la
buena o mala costumbre de recorrer el monte, porque su
seguridad puede empezar a ser problemática.
Y no se trata de sembrar alarma, es abordar una realidad que
está ahí y que algún organismo debiera tener controlada, y
no se tiene.
Por las informaciones que hemos visto sobre el asentamiento
de este campamento, sabemos que se trata de una instalación
ilegal, situada en las cercanías del lugar que se conoce
como “Cola pantano” y la bajada al “Te de la mora”. Para mí,
zonas, totalmente, desconocidas, a pesar de los años que
llevo en Ceuta, a las que dudo que pudiera llegar, por mi
cuenta.
|