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OPINIÓN - MARTES, 18 DE MAYO DE 2010

 
OPINIÓN / CARTAS AL DIRECTOR

Gracias Doctor…

Por Leyla Mohamed


En estos tiempos tan revueltos en el ámbito de la sanidad pública quiero hacer pública mi gran satisfacción y, mayor aún, grata sorpresa ante el trato recibido por un profesional y, sobre todo, humano médico que aunque suene extraño y lamentable no es la tónica general que nos solemos encontrar en los servicios públicos sanitarios (que merecen mi mayor y humilde respeto)… ya que queda patente que, desgraciadamente en ocasiones, no se corresponde con la realidad un trato y recepción cordial y amable por parte de algunos profesionales de la medicina… Y si éste se sitúa en una esfera de cordialidad, gentileza, afabilidad, empatía, etc., entonces es digno de mención y reconocimiento. Por ello, con estas palabras quiero transmitir mi agradecimiento más sincero ante el extraordinario trato recibido por este gran doctor tanto a nivel profesional como, sobre todo, personal.

Es evidente que cualquier persona que llega a un hospital, junto a sus familiares, se convierten automáticamente en seres vulnerables y sensibles a todo el entramado sanitario que conlleva una enfermedad o una hospitalización… Si a ello le sumamos el trato insensible de algunos de los “responsables de nuestra salud física y mental” que desafortunadamente viene acompañando a tan lamentables circunstancias, pues el dolor de éstas familias se hace mayor y profundo…

Cuando empezamos a tratar con este facultativo mi sorpresa era directamente proporcional a su gran humanidad, a su ternura, a su implicación, a su sensibilidad, a su tacto,…a su “buen hacer”; todo ello acompañado de su gran e incuestionable profesionalidad. Este trato cordial y especial recibido es fundamental y de relevante importancia para el paciente y su familia, y sobre todo, para su pronta y satisfactoria recuperación.

Hoy quiero atestiguar que en esta época tan cuestionable y controvertida no hay que perder la fe en lo que se refiere a un desempeño profesional y, sobre todo, personal íntegro en la relación médico-paciente. Afortunadamente, he tenido el honor de conocer al médico y a la persona que me ha hecho creer nuevamente que puede existir un doctor cuya profesionalidad sólo puede ser superada por su gran humanidad, gracias Dr. Leopoldo Domínguez Pérez.
 

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