La Guardia Civil sufrió ayer en el Príncipe un virulento
ataque que comenzó con un intento de atropello a uno de sus
agentes en Loma Colmenar. Este encadenamiento de sucesos
comenzó a las 16.45 horas en la zona de Loma Colmenar, donde
la Guardia Civil había desplegado un control. Al tratar de
detener a un vehículo, su conductor aceleró y se dio a la
fuga, por lo que fue iniciada una persecución que finalizó
en la calle San Daniel. A la altura del cafetín, medio
centenar de personas rodearon a los agentes, les lanzaron
piedras y al que intentaba recuperar el vehículo de la huida
trataron, sin lograrlo, de arrebatarle las llaves y el arma.
La Guardia Civil fue ayer víctima de uno de los ataques más
virulentos que se recuerdan contra las Fuerzas Y Cuerpos de
Seguridad del Estado en la barriada del Príncipe. Tanto
testigos presenciales de los sucesos que hablaron con EL
PUEBLO como la propia institución, en un comunicado,
reconocían lo “masivo y desproporcionado” de esta agresión,
perpetrada por medio centenar de personas que apedrearon a
la patrulla de la Guardia Civil a la altura del cafetín de
la calle San Daniel e incluso intentaron arrebatar el arma a
un agente, todo ello tras el intento de atropello de uno de
los miembros de la Comandancia en un control desplegado en
Loma Colmenar.
Durante la algarada, y tal como relataron a este diario los
propios vecinos de la barriada, resultó herido uno de sus
habitantes, un hombre discapacitado que se encontró de
pronto solo en medio de los disturbios y que fue herido en
la boca por una de las pelotas de goma lanzadas por los
agentes en su intento de defenderse del asalto.
De acuerdo con el relato de los hechos ofrecidos por la
Guardia Civil, sobre las 16.45 horas, cuando los agentes
mantenían desplegado un punto de control y verificación en
las inmediaciones de Loma Colmenar, observaron la llegada de
un vehículo, concretamente de un Peugeot-306 con matrícula
8910GWC, ocupado por el conductor y un acompañante. En el
momento en que se procedía, “de forma ostensible y adecuada”
a la indicación de parada en el punto de verificación, el
conductor aceleró apresuradamente, dándose a la fuga e
intentando atropellar en su huida a uno de los agentes que
realizaban el servicio.
El coche era robado
El conductor huyó en dirección a la cercana barriada del
Príncipe Alfonso, seguido de una patrulla de la Benemérita
en el intento de interceptación del vehículo y de sus
ocupantes. Una vez allí, y según indicaron a EL PUEBLO los
testigos de los disturbios, a la altura del cafetín cercano
a San Daniel, los perseguidos abandonaron el coche, dándose
ambos a la fuga a pie por las calles adyacentes.
Al llegar el vehículo oficial al lugar donde se encontraba
el coche, del que para entonces ya se tenía conocimiento de
que había sido sustraído momentos antes en la barriada
Miramar, un grupo de aproximadamente 50 personas, algunas
provistas de pasamontañas para ocultar su identidad, y “sin
que existiera motivo razonable alguno”, comenzaron con “un
masivo y desproporcionado lanzamiento de piedras y objetos
contundentes” que impactaron de forma directa con el
vehículo de la Guardia Civil.
“A pesar de ello -relata la nota- uno de los dos agentes que
efectuaron el seguimiento, se bajó del vehículo oficial con
la intención de recuperar el Peugeot sustraído, momento en
que fue “físicamente agredido” por varias de las personas
concentradas en el lugar que llegaron a intentar
“desprenderle” del arma oficial y de las llaves del coche.
Dada la situación, se dispuso un apoyo inmediato de otras
patrullas del Cuerpo, así como al Cuerpo Nacional de Policía
y de la Policía Local para poder auxiliar a los dos
componentes de la Guardia Civil y vehículo oficial para
retirarlos de la zona. Durante dicha acción y “dada la
desproporción de la agresión que se estaba sucediendo y que
ponía en evidente riesgo y peligro la integridad física de
las Fuerzas de Seguridad”, se utilizaron medios
antidisturbios “proporcionales a conseguir minimizar y
repelar la actuación vandálica”.
Posteriormente, el Guardia Civil fue asistido en el Hospital
Universitario de las lesiones que presentaba, en la parte
superior de una mano y en una pierna. La Guardia Civil tuvo
también conocimiento del ingreso de un civil, que decía
haber recibido el impacto de un objeto contundente “sin que
pueda concretarse de que parte provino ni que lo ocasionó”.
El civil herido, J.A., con el que EL PUEBLO conversó, tiene
39 años y muchas dificultades de movilidad, por lo que quedó
atrapado en medio de la lluvia de piedras y ladrillos, que
tiempo después podían observarse esparcidos por toda la
calle. El hombre recibió el impacto de una pelota de goma en
la boca y sangraba de forma abundante, por lo que sus
propios vecinos lo trasladaron en una Vespa al hospital.
Con el fin precisamente de “evitar una situación de mayor
gravedad”, y atendiendo sobre todo “a que la población
civil, que no intervenía en estos lamentables hechos,
pudiera padecer cualquier acción involuntaria que le
ocasionara daños personales o materiales”, la Guardia Civil
decidió “abandonar la zona, instruir diligencias y continuar
con las oportunas prácticas de gestiones encaminadas a la
localización de los presuntos autores de los hechos”.
Por su parte, el vehículo robado objeto de la persecución,
que había sido trasladado a otra calle del Príncipe, fue
recuperado poco después por agentes del Cuerpo Nacional de
Policía.
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