Los terrenos de Calamocarro serán los que alberguen el nuevo
centro de menores que la Ciudad proyectará en ejercicios
posteriores al actual y del que ya existe un anteproyecto
inicial donde la capacidad del equipamiento alcanzaría las
100 plazas, con una estructura modular que asumiría
competencias de protección de menores tutelados por la
Administración y la primera acogida, sobre todo, en el caso
de los MENA. La Ciudad estudia actualmente las posibles vías
de financiación del inmueble, tanto a nivel local como
nacional, ya que la demanda ha dado como resultado que los
centros actuales estén totalmente ocupados.
El número de menores tutelados por la Ciudad Autónoma en
cada ejercicio es cada vez más elevado. Por ello, esta
creciente demanda ha llevado a la Administración a
considerar la construcción de un nuevo centro ya que la
capacidad de los actuales se encuentra en sus cotas más
altas.
Pese a que durante el presente ejercicio no se contempla en
la partida presupuestaria de la ciudad ningún gasto
relacionado con dicha iniciativa, sí existe un anteproyecto
de este nuevo centro, que estaría ubicado en los terrenos de
Calamocarro, concretamente donde se encontraba el antiguo
campamento de inmigrantes, y cuya capacidad sería de unas
100 plazas. Aunque, de momento, la Ciudad está estudiando
las posibles vías de financiación, a nivel local y nacional,
para llevarlo a cabo en estos momentos donde la crisis
económicas está haciendo más estragos.
“Ya tenemos un proyecto inicial, una parcela más o menos
adjudicada pero el problema es la financiación, porque sino
mañana mismo se estaría allanando el terreno por la
necesidad, aunque para nosotros representa una gran
esperanza”, manifestó Juan Hernández, director general del
Área de Menores.
Lo que sí habrá a lo largo del presente ejercicio será un
gasto inicial para el estudio de dicho anteproyecto, que
servirá de guía para el definitivo y en el que se recojan no
sólo las características técnicas y el equipamiento sino,
además, la inversión económica. “Un centro de esta índole
debe estar perfectamente estudiado, con zonas específicas
para chicas, otras para chicos, espacios comunes y la
primera acogida, en la mayoría de los casos, MENA, que
necesitan un proceso de integración y acoplamiento para su
posterior vida en el centro”, señaló el responsable ceutí
del área.
Esta infraestructura cumpliría con una doble vertiente: la
protección y la primera acogida, con una separación modular
entre los menores que entran de manera inicial, y los que
son tutelados por la Ciudad. “Es un centro de protección de
menores que, en general, tendrá la función de primera
acogida y con módulos separados para niños y niñas, además
de tener espacios comunes porque son edades difíciles donde
los niños y jóvenes comienzan a formar su propia
personalidad”, advirtió el director general del Área de
Menores.
Los espacios de este recinto estarían repartidos de manera
independiente y contaría con módulos reservados para los
MENA en función de esa primera acogida.
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“Intentaremos paliar el recorte del Estado a través de otras
partidas económicas para que no afecte a los niños”
Tal y como se preveía, el recorte
presupuestario en materia de inmigración que sufrirá Ceuta
atacará, indudablemente, a las actuaciones que se llevan a
cabo con respecto a los menores extranjeros no acompañados.
Sin embargo, el director general del Área de Menores, Juan
Hernández, se mostró ayer positivo entendiendo que “estos
déficits se intentarán paliar a través de otras partidas
presupuestarias de la Ciudad que habrá que buscar y
canalizar para que no tenga consecuencias que repercutan al
bienestar de los niños. Era algo que sabíamos desde
principios de año y que teníamos asumido a pesar de que
promulgaron que las Políticas Sociales no sufrirían las
consecuencias de la crisis”, apuntó Hernández. A opinión,
del responsable ceutí de dicha área, “no se esperaba que el
fenómeno de los MENA tuviese tanta trascendencia” en las
ciudades de Ceuta y Melilla además de Canarias, ya que “en
el momento en el que se firmó el convenio para obtener las
competencias transferidas supuso un presupuesto alto que se
fue incrementando por circunstancias del nivel de vida y de
repente, desciende”, puntualizó el director general del
área.
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