Uno de los mitos del mercado laboral ceutí dice que sus
cifras de desempleo, siendo las que son, están infladas por
el ‘efecto llamada’ que a las oficinas del INEM genera la
convocatoria regular de los Planes de Empleo. Es algo en lo
que coinciden casi todas las fuentes consultadas, que
identifican en el grupo de demandantes de empleo registrados
sin empleo anterior una de las bolsas más evidentes de ese
presunto hinchado artificial de las listas del Servicio
Público de Empleo Estatal. Con trazos gruesos, los últimos
datos cerrados del Ministerio de Trabajo, de febrero pasado,
dan parcialmente la razón a esta teoría.
Que los Planes de Empleo de la Ciudad y la Delegación tienen
un efecto directo sobre la evolución de las estadísticas de
desempleo en Ceuta es algo evidente. El mes pasado dieron
con sus huesos en las listas del INEM cerca de 200 personas
procedentes de los de la Administración local, que
terminaron en marzo, y las instituciones ya dan por
descontado, como en la Bolsa, que cuando el Ministerio de
Trabajo dé los datos de este, en el que concluyen los del
Estado, otros mil ceutíes correrán el mismo camino.
A principios de mayo habrá, por tanto, más de 10.000
inscritos en las oficinas locales del Servicio Público de
Empleo Estatal (SPEE). La tasa de paro regional (medida en
términos de paro registrado en INEM sobre población activa
según la EPA) superará previsiblemente el 30% y cada vez
estará más cerca de doblar la media nacional.
La tragedia de miles de familias ceutíes no la niega nadie.
Que los fríos números reflejen fielmente la magnitud del
drama humano local sí.
La portavoz del Ejecutivo ceutí, Yolanda Bel, volvió a
verbalizar el martes lo que piensan casi todos los agentes
institucionales y socioeconómicos: que los Planes de Empleo
atraen a un volumen indeterminado de presuntos demandantes
de empleo a las listas del INEM que sin ellos y sin la
desesperación de carecer de cualquier ingreso en su unidad
de convivencia no acabarían en ellas.
Lo explica gráficamente un sindicalista con años de
experiencia: “Hay muchas familias que, sin ninguno de sus
miembros trabajando, ponen todas las cañas de que disponen
en la búsqueda de una oportunidad laboral que básicamente
pasa por los Planes de Empleo pero que en otra coyuntura no
lo harían”, compara.
Las fuentes especializadas consultadas en la Ciudad Autónoma
apuntan a tres nichos de parados como los que aglutinan al
mayor número de esos demandantes de empleo que están pero no
lo son del todo: a) el de desempleados sin empleo anterior;
b) el de mujeres de edad avanzada que nunca han trabajo; y
c) de manera residual, el de quienes han pasado ya por los
Planes de Empleo y, tras esa experiencia, se inscriben ante
el INEM como demandantes de un puesto de trabajo en el
sector Servicios.
Los últimos datos del Boletín de Estadísticas Laborales del
Ministerio de Trabajo, correspondientes al pasado mes de
febrero, cuando todavía no estaba computado el efecto del
final de los Planes de Empleo, dan parcialmente la razón a
los defensores de esas teorías. Al menos a falta de
explicaciones más matizadas.
Según sus números en España había hace cinco semanas 4,1
millones de parados registrados como demandantes de empleo.
De ellos un total de 306.974 (el 7,4%) no había trabajando
nunca antes.
En esa misma fecha el colectivo de desempleados ceutíes
ascendía a 8.903 individuos. Uno de cada cuatro (algo más,
el 26,3% de 2.334) nunca ha tenido un empleo anterior.
Su reparto por sexos es, sin embargo, equitativo. Mientras
que a nivel estatal la tasa de parados varones que nunca han
ocupado un puesto de trabajo roza el 30% en la ciudad
autónoma se eleva dos puntos más.
Por edades, igual
La sospecha que apunta a la edad de los inscritos no admite
una corroboración tan evidente. Estructura demográfica
general al margen (la población local es más joven que la
media), en el conjunto del Estado el porcentaje de mayores
de 55 años inscritos en el INEM asciende al 13,3% en Ceuta
es inferior y se queda en el 11,2%.
Por sexos tampoco hay diferencia significativa alguna. Tanto
en toda España como en Ceuta este colectivo se reparte de
forma prácticamente idéntica al 50% entre hombres y mujeres.
Muy al contrario, el número de jóvenes menores de 25 años
parados suponía a finales de marzo en Ceuta un 21,17% del
total, mientras a nivel nacional es un 11,59%.
El análisis por ocupabilidad del desempleo local y la
comparación de las cifras de Ceuta con las medias nacionales
sigue mostrando “que uno de los problemas clave del mercado
de trabajo en la ciudad es la existencia de un colectivo de
parados con baja ocupabilidad muy superior en términos
relativos a la media nacional (37,82% frente a 26,12%),
mientras que, por el contrario, el porcentaje de parados con
alto grado de ocupabilidad es muy inferior a la media
nacional (7,97% frente a 22,94%)”, advierte la Ciudad.
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