El traslado de la imagen de Nuestro Padre Jesús Cautivo y
Rescatado y de María Santísima de los Dolores desde la
iglesia de San Ildefonso hasta su Casa de Hermandad reunió
ayer a miles de personas que quisieron acompañar a las dos
imágenes en un recorrido que comenzó a las 18:30 horas y al
que acudieron las máximas autoridades de la Ciudad.
El traslado de la imagen de Nuestro Padre Jesús Cautivo y
Rescatado (Medinaceli) y de María Santísima de los Dolores
desde la iglesia de San Ildefonso hasta su Casa de Hermandad
congregó a miles de ciudadanos que quisieron acompañar a
Nuestro Señor en su recorrido. Este año, el tradicional
traslado ha tenido lugar el sábado y no el Lunes Santo como
en anteriores ocasiones.
El sol y las buenas temperaturas acompañaron al Señor de
Ceuta y a su Madre dolorosa durante su traslado. Un reguero
de personas estuvieron con ambas imágenes en todo momento y
junto a los Titulares de la Cofradía en el trayecto desde la
parroquia de la barriada del Príncipe Alfonso hasta su casa
de Hermandad, situada en la avenida Otero.
Por otra parte, las máximas autoridades civiles y militares
participaron en el evento. Entre ellos, el presidente de la
Ciudad, Juan Vivas, no quiso perder la oportunidad de
acompañar a la multitud en un día tan señalado. También
participaron algunos de los consejeros de la Ciudad, además
del delegado del Gobierno, José Fernández Chacón junto a
algunos componentes de la Federación Provincial de Vecinos.
El traslado comenzó a partir de las 18:30 horas y mucho
antes ya había un gran número de personas congregadas ante
las puertas de la parroquia de San Ildefonso.
Uno de los asistentes afirmaba que “es un honor poder estar
aquí otro año más. Yo realicé una promesa y para mí es algo
muy importante poder estar aquí”. Otra de las ciudadanas
aseguraba que “la pasión que se siente por Nuestro Señor de
Ceuta es inmensa. Además, está la liberación del preso que
procesiona con el Cristo”.
Ayer también se produjo la tradicional liberación de un
preso de la cárcel de Los Rosales y que participó, como
viene siendo habitual, en la procesión junto al Cristo de
Medinaceli. “Cada año que vengo me sigue sorprendiendo de la
misma manera”, comentaba uno de los asistentes. Emoción,
devoción y lágrimas en un traslado que se ha convertido en
uno de los actos más característicos de la Semana Santa
ceutí.
Además, el enorme despliegue por parte de la Policía
Nacional, la Policía Local y Protección Civil consiguió, una
vez más, que no se produjera ningún incidente a lo largo del
recorrido. La parada más destacada del Señor de Ceuta y de
la Virgen de los Dolores tuvo lugar en la cárcel de Los
Rosales. El preso liberado por la gracia de Nuestro Padre
Jesús Cautivo y Rescatado responde a las iniciales de O.G.D.
Su familia estuvo en todo momento con él y se cantó una
saeta en honor del Cristo de Medinaceli dentro de la propia
cárcel. Además, las autoridades también acompañaron al joven
de 32 años.
Tras salir de la prisión, el traslado continuó su camino con
todos los hermanos y los ciudadanos que quisieron
acompañarle hasta su Casa de Hermandad. Maniatado y coronado
de espinas, con el escapulario de la Orden Trinitaria al
cuello, la imagen del Cristo de Medinaceli, que data del
siglo XVIII y es obra de Fray Juan de la Concepción, aunque
poco queda de la imagen original tras varias restauraciones,
siguen mantenniendo el mismo fervor, fuerza e intensidad que
desde que comenzaran sus traslados.
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