Los 120 pasajeros del buque de Baleària, el ‘Pasión por
Formentera’ se vieron afectados por los vientos huracanados
de más de 120 kilómetros por hora que soplaron en el área de
Ceuta desde las 22’00 horas, cuando el buque se aproximaba a
la costa ceutí. No había previsión, según fuentes de
Capitanía Marítima, para establecer la posibilidad
“sobrevenida” del fuerte viento que azotó este área
geográfica. Fue a unas 2 millas del puerto ceutí cuando los
vientos huracanados hicieron imposible que se aproximara el
buque al puerto ceutí, fundamentalmente por las
complicaciones de maniobrabilidad existentes.
Los fuertes vientos que azotaron anoche a Ceuta, entre las
22’00 y las 04’00 horas, calificados por momentos de
“huracanados”, impidieron al buque de Baleària, el ‘Pasión
por Formentera`, a entrar al puerto ceutí. “A la hora de la
salida del barco de Algeciras no se esperaba, según las
previsiones, que el viento azotara como lo ha hecho”,
informaba ayer sobre la 01’00 de la madrugada Capitanía
Marítima.
Este hecho obligó al buque a esperar fondeado en bahía
durante la primera hora, y a navegar alrededor de Ceutaa
partir de la segunda hora de espera -se le llegó a ver
incluso en la bahía sur- con sus 120 pasajeros a bordo “que
mantenían perfectamente la calma”, aseguraron las fuentes,
después de habeer sido informados personalmente por el
capitán de la nave.
“La confortabilidad del buque y su habitabilidad han hecho,
pese a las circunstancias, que el pasaje haya entendido la
situación”, apuntaron. “Son razones puramente técnicas
relacionadas con la seguridad”, añadieron desde Capitanía.
El viento, a rachas muy fuertes, superaba los 70 nudos, lo
que hacía inviable una maniobra de atraque segura. La propia
magnitud del buque junto con las operaciones de viraje que
debe realizar en el interior de puerto, frente al fortísimo
viento, podría propiciar que lo ‘aconchara’ contra un
muelle, lo que a esas horas de inicio de madrugada se
pretendía evitar.
La noche no era nada propicia, ni para los pasajeros del
buque de Baleària que se encontraron con la noticia
imprevista del retraso en la llegada a Ceuta, ni para la
ciudad. Vivas había convocado su gabinete de crisis a las
22’00 horas, con los servicios de emergencias plenamente
alertas.
Borrasca
La madrugada muy complicada de temporal no auguraba nada
bueno y había que estar preparados. Mientras tanto, el buque
seguía dando vueltas y navegando en espera de que el viento,
por fin, amainara. Pasaban las 02’00 horas de la madrugada y
aún azotaba con fuerza.
“Nos ha pasado por encima el centro de la borrasca cargada
de viento y agua”, informaban desde la unidad de seguimiento
en la torre de control del Puerto de Ceuta.
En el interior del buque el pasaje lo tomaba con cierta
filosofía, conocedores de la situación. Por su parte, la
Ciudad Autónoma había dispuesto una flota de taxis para
recogerlos en la Estación Marítima en el momento en que se
produjera el esperado atraque. A esas horas, las 02’30
horas, el buque de Baleària esperaba en la bahía sur, en
paralelo también aguradaba el Ciudad de Málaga de
Trasmediterránea. Las previsiones indicaban que sobre las
03’00 horas el viento comenzaría a amainar.
Mientras todo estaba listo para recibir al buque con los
pasajeros a bordo, que soportaron estoicamente casi seis
horas en el interior, la ciudad se mantenía en alerta. Los
servicios de la Ciudad se dividían por las zonas donde el
viento y la lluvia habían causado destrozos. Polígono del
Tarajal, Almadraba y barriada de San Amaro.
El Pabellón Antonino Campoamor estaba también dispuesto por
si debían alojarse más familias afectadas por las
inclemencias meteorológicas. A primera hora de esta mañana
se decidía si se suspendían o no las clases.
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