La decisión del ‘viejo profesor’ -como hasta ahora le
llamaban respetuosamente los fieles- de regresar, “sin el
conocimiento del Mandub”, protegido y captado por las
huestes “radicales” de Maateis, ha “indignado” a los
lugareños, practicantes de una visión moderada y de
convivencia del Islam, enconando a grados muy elevados la
actual situación de división de la tradicional corriente
malekí con la wahabi importada de Oriente Medio.
El denominado Consejo Rector de Sidi Embarek, dado de alta
en el Registro de Entidades Religiosas, y reunido en la
noche de ayer en los bajos de la mezquita levantaron la voz
para expresar claramente que “es falso que los fieles
quieran a Liazid después de que presentara su dimisión”.
Condenan unánimente los actos ocurridos este pasado viernes
con ocasión del rezo pero advierten: “no vamos a permitir,
bajo ningún concepto, que esto vuelva a suceder”. “No
queremos radicales en el templo”, refiriéndose a las huestes
de Laarbi Maateis. En ese argumentario tratado en la reunión
de la noche del sábado indicaron que solicitarán a las
autoridades que “nos protejan policialmente, porque esto
puede llegar más grave la próxima vez” y piden que “nadie se
tome el suceso como un caso aislado”, porque aseguran que
temieron por su integridad física. De hecho, anunciaron la
denuncia por lo que consideran “el secuestro o retención por
la fuerza” del iman enviado por el ‘Mandub’ “que estuvo
amenazado y retenido para que no se le ocurriera subir a
oficiar el rezo”, señalaron para calificar como
“inadmisible” la situación. “Lo tenían todo muy bien
estudiado y planeado”, decía uno de las voces en la reunión.
“En la historia de la mezquita no ha ocurrido nunca nada
igual”.
Criticaron la actitud de Liazid. “Si es tan erudito y
conocedor de los Hadices del Profeta, ¿cómo hizo oidos
sordos a todo lo que ocurrió en el templo y fuera de él?”,
se preguntaban aún más indignados.
En cualquier caso, “La Justicia es la que debe tomar cartas
en el asuntos tras la denuncia”, señalaron. Aunque también
se habló de comunicar a la Delegación del Gobierno el
problema que puede sucederse este próximo viernes.
Los miembros del Consejo recordaron que Liazid (Autah en
Marruecos) “solicitó la dimisión por problemas de salud como
funcionario público marroquí, de ahí que la delegación del
Ministerio de Asuntos Religiosos nombrara a un iman
provisional. Si quería regresar, lo que tenía que haber
hecho es volver a solicitar, por la misma vía, su regreso”.
Liazid advirtió sobre el Tabligh
El Ministerio de Asuntos Religiosos recibió un escrito de
Liazid hace unos meses, en el que el ‘viejo profesor’
alertaba de la necesidad de que nombrara un iman en su
ausencia porque, de lo contrario, “tomarían la mezquita los
radicales del Tabligh”. Curiosamente, no se lo explican los
veteranos del lugar, Ahmed Autah (Liazid en España) se ha
puesto en manos de la organización dirigida por Maateis en
la que se aúnan tablighis, miembros de Justicia y
Espiritualidad del Jeque Yassin (contrarios a la figura del
Emir Al Mouminin de Mohamed VI como comendador de los
creyentes), y un variopinto grupo de asociaciones, creadas
por el entorno de Maateis, donde interiormente lo rigorista
prevalece por encima de otras propuestas o corrientes más
abiertas a la heterodoxia.
Por su parte, los fieles miembros del Consejo Rector de Sidi
Embarek han manifestado que Ahmed Liazid “no tiene
autorización para sermonear en la mezquita”, y se muestran
tajantes de cara al póximo viernes: “solicitaremos a las
Fuerzas de Seguridad que velen por nuestra integridad en el
próximo rezo, porque la tensión del último suceso pudo haber
derivado en algo irremediable”, advirtieron seriamente con
evidente tono de indignación. Quedaron en que su dedicación,
ahora, es “quitar las caretas de quienes se esconden detrás
de la intransigencia”.
“Nosotros somos ceutíes, españoles, musulmanes moderados y
transigentes. No queremos convertir a nadie como ellos -por
los de Maateis- e históricamente hemos convivido
respetuosamente con cristianos y hebreos”, manifestaron.
“Ceuta debe saber que ellos quieren radicalizar la ciudad.
Ese es el objetivo, pero no se lo vamos a permitir”,
aseguraron. Sin embargo, esperan que “la paz retorne y no
tengamos que preocuparnos más por esta situación”.
|
La Audiencia Nacional y el CNI ya advirtieron del
Tabligh y su “intransigente” visión del Islam
“El movimiento Tabligh profesa un
Islam conservador y fundamentalista, aplicando una visión
intransigente de las reglas coránicas y persiguiendo su
imposición en todos los órdenes de la vida. Esto conlleva a
una conducta segregacionista respecto a la sociedad no
musulmana, dentro de la cual no tiene ningún interés en
integrarse”. Así manifiesta en sus ‘Fundamentos Jurídicos’
la Audiencia Nacional que negó, por esta causa, una petición
de nacionalidad de un marroquí seguidor del Tabligh, cuya
españolidad ya había sido rechazada previamente por el
Ministerio de Justicia. Un exhaustivo informe del Centro
Nacional de Inteligencia, en el que se basó la Sala de los
Contencioso de la Audiencia Nacional, clarificó que el
Tabligh “es un movimiento islamista defensor de un
fundamentalismo religioso que pretende la reislamización de
la sociedad, de forma que la conducta de sus seguidores se
rige por una serie de normas, dictadas por los líderes, que
abarcan prácticamente todos los aspectos de la vida
cotidiana de un musulmán, incluyendo la forma de vestir y la
posición subordinada de la mujer (...) aunque tienen un
trato correcto, pero el mínimo indispensable, con la
sociedad del país occidental de acogida”.
En Ceuta, uno de los cabecillas del Tabligh es Laarbi
Maateis, presidente además del conglomerado de asociaciones
musulmanas -nacidas curiosamente en un corto espacio de
tiempo- al encuentro de las siglas de la UCIDE de Ceuta, y
autoproclamándose como el representante de la mayoría de los
musulmanes ceutíes. Maateis es funcionario de la Ciudad como
enterrador en el cementerio musulmán de Sidi Embarek, aunque
pocos le han visto enterrar. Sus largos viajes a Oriente
Medio y las visitas que recibe, son seguidas con expectación
e interés por las Fuerzas de Seguridad del Estado.
|