Las obras del aparcamiento de Terrones han superado de
momento la fase de derribo de las instalaciones que se
ubicaban en el solar, una pista deportiva y vestuarios.
Además, se ha comprobado la estabilidad del talud bajo el
que se sitúa y se están realizando algunas modificaciones
del proyecto, entre ellas, para incluir un museo de las
Murallas.
Aunque fue la primera de las obras de los aparcamientos
subterráneos en iniciarse, la de Terrones es la que se
encuentra a día de hoy más retrasada en relación con las
otras dos. Según comprobó ayer El Pueblo en la visita de
obra en la que acompañó a los técnicos responsables, por el
momento, se ha procedido a la demolición de la mayor parte
de las edificaciones preexistentes en el solar, una pista
deportiva y sus vestuarios. Además, la Dirección del
proyecto ha derruido parte de las gradas de la pista, que
sustentan un talud sobre el que se sitúan bloques de
viviendas, para comprobar debidamente la estabilidad del
terreno.
Los técnicos han determinado un cambio en la ubicación de
los micropilotes que asegurarán la ladera y también se ha
decidido que en lugar de dos plantas subterráneas, como
inicialmente se había previsto, una de ellas quede en
superficie. Habrá por tanto, explicaron, un desnivel de dos
metros sobre la cota actual, plataforma sobre la que se
instalarán las nuevas pistas de deportes y el parque
proyectados.
Además de esto, se está tramitando el expediente para la
realización de un proyecto complementario que consistirá en
la construcción -en el vértice de entrada a los futuros
aparcamiento y plaza-, de un ‘Centro de Interpretación’ de
las Murallas Merínidas. Por otra parte, y en lo que respecta
al monumento, se han llevado a cabo las primeras catas
arqueológicas y en unos días se espera colocar la estructura
que sustentará la torre más cercana, que será restaurada.
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