La tercera y última fase del Plan de Apertura del Hospital
Universitario de Ceuta comenzó ayer con el traslado de
veinticinco pacientes hospitalizados en las instalaciones de
Cruz Roja hasta el nuevo centro levantado en Loma Colmenar.
Se trataban todos de pacientes de área de hospitalización
médica, alojados en la segunda y tercera planta del viejo
centro hospitalario, y sólo uno de ellos requirió para ello
de la UVI móvil. El Ingesa dispuso ayer de cuatro vehículos
para la operación: una ambulancia de transporte colectivo,
dos de transporte no asistido y una última capaz de prestar
servicios similares a los de la UVI.
A las nueve de la mañana de ayer se inició el traslado del
primer paciente que ingresa en el nuevo Hospital
Universitario de Ceuta levantado en Loma Colmenar. Como
todos los pacientes que emprendieron el viaje hasta el nuevo
hospital, se trataba de un enfermo del área de
hospitalización médica, alojada en la segunda y tercera
planta del viejo edificio de la Cruz Roja.
El director gerente del Ingesa, Juan Carlos Querol, explicó
en la mañana de ayer a EL PUEBLO que el calendario previsto
para el primer día de la tercera fase del Plan de Apertura
del Hospital Universitario de Ceuta incluía el traslado de
veintiséis pacientes hasta las nueve de la noche, aunque al
mediodía de ayer ya se habían traslado diez y uno había
regresado de vuelta a casa antes de subir a la ambulancia
porque había obtenido el alta médica.
La dotación dispuesta ayer por el Ingesa para iniciar el
traslado de los hospitalizados constaba de cuatro vehículos:
una ambulancia para transporte colectivo, otras dos de
transporte no asistido o soporte vital, y una última que se
corresponde a la UVI móvil. Con ella hubo que acometer el
traslado de un paciente de Urgencias que ingresó con un
problema coronario. “Sea como sea, el paciente se ha podido
mantener estable durante todo el trayecto. Los demás se han
trasladado encamados y también han realizado el trayecto
perfectamente”, prosiguió explicando el doctor Querol.
El gerente no ocultaba su satisfacción porque “todo está
transcurriendo tal y como se encontraba previsto”, apuntó.
Querol tuvo especiales palabras de encomio para el personal
del hospital, “que se está volcando para que el traslado
resulte lo más cómodo posible a los pacientes y que está
manifestando una coordinación absoluta”.
Aunque ayer sólo estaban operativas cuatro ambulancias de
diferentes características, Juan Carlos Querol subrayó que
se disponía de más vehículos de reserva para atender
cualquier eventualidad.
En el acceso al viejo Hospital de la Cruz Roja, una pariente
de un paciente hospitalizado en la sexta planta suspiraba
aliviada porque iba a obtener el alta médica antes de ser
trasladado. El Ingesa no piensa trasladar más de 130
pacientes a las instalaciones de Loma Colmenar en un periodo
aproximado de ocho días. Cuando terminen con los pacientes
del área de hospitalización médica continuarán con los de
las especialidades qurúrgicas.
El traslado de los pacientes hospitalizados constituye la
última fase de Plan de Apertura que comenzó con la
reubicación de las consultas externas, seguida de las
unidades de gestión.
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