Encarnación Vázquez, una vecina de la barriada de la
Almadraba, está desesperada. Su casa, cada vez que llueve,
se inunda a causa de las obras del víal que se está
acometiendo en la urbanización del Plan de Loma de Colmenar.
Visiblemente emocionada, asegura que ya no puede más y pide
que “se solucione ya”.
Encarnación Vázquez, una vecina de la barriada de la
Almadraba, está desesperada. Lleva un mes con inundaciones
en su casa y ya no puede más. Tres vecinos del Pasaje Ruiz
Medina llevan sufriendo las consecuencias de las obras del
víal en la urbanización del Plan de Loma de Colmenar (junto
a los almacenes de Chaib).
Encarnación asegura que los trabajadores le dijeron que “que
volverían el 11 de enero. Seguimos esperando”. Sin embargo,
las obras, que está ejecutando la empresa Vias y
Consrucciones S.L., encargadas por la empresa estatal SEPES,
dependiente del Ministerio de Fomento, se encuentran en el
plazo previsto de realización y el parón que se ha producido
ha sido por Navidad recogido en el Convenio de la
Construcción, según información de SEPES. Así que, después
de las lluvias, se llevarán a cabo las acciones pertinentes
en cuanto pueda reanudarse el trabajo, indicaron.
La situación de estas tres familias se está convirtiendo ya
en un problema, puesto que desde la empresa contratada
“nadie da la cara. Yo sólo pido que se me arregle el tabique
porque así no se puede vivir. Trabajo ocho horas diarias
para ganarme el pan y cuando vuelvo a mi casa tengo que
entrar con botas de agua. Es vergonzoso”, continúa. Por su
parte, el perito del Ayuntamiento perteneciente a la
consejería de fomento, que visitó el pasado 24 de enero las
viviendas, incluye en el informe las obras que deberían
realizarse para dejar las casas en un buen estado de
habitabilidad. Por tanto, habría que abrir una zanja
longitudinal con la fachada del muro hasta llegar a la misma
cota del Pasaje; también debería tratarse la
impermeabilización en el trasdos y un cunetin de recogida y
conexión de las saguas de lluvia a la nueva red, además del
drenaje del trasdos del muro con grava. También sería
necesario rellenar la tierra y compactar la zanja. Y por
último, el tratamiento con hormigón en la cota actual o
definitiva del vial. “El Ayuntamiento no puede hacer nada
más de lo que ha hecho”, continúa Encarnación. Incluso un
informe policial insta a los vecinos a que abandonen sus
casas “por nuestra propia seguridad. Pero si yo me voy de mi
casa, sé que cuando vuelva ya no quedará nada”, asegura. Y
es que “yo vivo con mi marido y con mi hijo que está
enfermo. Y lo único que pido es que se solucione”, concluye.
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