De su anterior responsabilidad al frente de la
Viceconsejería de Recursos Humanos, un área “de una
complejidad bárbara”, Javier Ángel Díaz Nieto ha sacado,
afirma, enseñanzas que podrá aplicar “en cualquier área”.
Afronta su nueva responsabilidad con el objetivo de
centralizar la información sobre el trabajo de las distintas
consejerías en el cumplimiento de los objetivos y
prioridades marcadas desde la Presidencia y además, de darla
a conocer a través de una vía de comunicación directa y
“alternativa” con los medios. Respecto a su relación con los
sindicatos señala que en el caso de los RRHH “siempre es
controvertida”. A las crítica de Mohamed Alí responde
acusándole de ser un “oportunista político”.
Pregunta.- Si le parece podría comenzar por explicar
cuáles son sus competencias al frente de la nueva
Viceconsejería, de las cuales la portavoz adjunta adelantó
el martes las que tienen que ver con el seguimiento de la
acción de Gobierno.
Respuesta.- Todo evoluciona y las administraciones públicas
forman parte de una sociedad compleja que necesita de
soluciones complejas. Por ello se ha creado esta nueva área
de la que me he hecho cargo por decisión del presidente.
Esta es una función de creatividad, amplia a todos los
niveles, en primer lugar por lo del análisis, porque hay que
analizar los proyectos que lleva adelante cada consejería;
se necesita una persona que vea cómo va el conjunto, cómo se
van ejecutando, cómo se van cumpliendo los plazos. Otra cosa
es la programación, que significa proyectar, acercarse al
ciudadano, es decir, que vaya viendo los esfuerzos que el
Gobierno realiza y cómo lo hace. Eso es la comunicación, que
muchas veces olvidamos y no tenemos en cuenta. Va a haber
mayor fluidez en la comunicación de las acciones del
Gobierno, de la voluntad política y sus resultados prácticos
hacia el ciudadano, que nos ha elegido y al que tenemos que
dar cuenta del desarrollo del programa que tenemos la
obligación de cumplir.
P.- Eso será a través del Gabinete de Comunicación y
Análisis que ya existe...
R.- Efectivamente, que también está dentro de este área. Al
mismo tiempo es una especie de centro de comunicación para
los medios de la ciudad, donde van a poder recurrir para
recabar toda la información que precisen de una forma ágil y
rápida. Estamos luchando por tener esos canales de
comunicación abiertos, engrasados.
P.- ¿Va a seguir existiendo el contacto directo que
tienen con los medios los diferentes responsables políticos?
R.- Va a seguir existiendo, esta es una nueva vía de
unificación, de agilizar. Este no es el único gobierno que
tiene este área, existe en todos, por que es fundamental,
nosotros tenemos que decir lo que estamos haciendo, por qué
y cómo y además de una forma inmediata. Cada consejería sabe
lo que está haciendo, pero no existe esa intercomunicación,
este departamento va a unificar de alguna manera estas
individualidades.
P.- Sin aumento de plantilla, tal como se ha señalado
R.- Sin aumento de plantilla, los mismos medios que existían
se van a coordinar dentro de un mismo área.
P.- ¿Y del resto de funciones, qué destacaría?
R.- La creación de los observatorios que se anunciaron en su
día, hay que ponerlos en marcha.
P.- Primero se anunciaron los objetivos para la
legislatura y recientemente, los que el Gobierno tiene para
2010. ¿Esta Viceconsejería refleja esa voluntad de política
de avanzar por metas concretas?
R.- La gente quizá no lo haya observado, pero la explicación
pública de un presidente de la Ciudad Autónoma ante todos
los medios de cuáles van a ser sus objetivos es un acto
audaz y valiente. Es decir: tenemos el valor y la seguridad
de que vamos a hacer esto y permitimos que se nos juzgue por
nuestros resultados, por nuestros objetivos alcanzados, y
encima vamos a explicar cómo vamos avanzando en ellos. Esto
es una apuesta de valor, es una gran experiencia porque
vamos a ver también nuestras fortalezas y debilidades, dónde
nos hemos equivocado. Es una especie de acto de conciencia
que vamos a hacer a diario sobre nuestro trabajo para luego
explicarlo.
P.- ¿Esta Viceconsejería materaliza entonces esa
voluntad?
R.- Sí, efectivamente, materializa y publicita esa voluntad,
es decir, da una transparencia extraordinaria a todos los
actos de voluntad política.
P.- ¿Tiene alguna idea de cuáles son esas fortalezas y
debilidades de la acción de Gobierno?
R.- Aún no me ha dado tiempo de analizarlo, porque yo vengo
de un área con mucho más procedimiento administrativo, más
encorsetada, y voy ahora a una de mayor creación.
P.- Ahora que ha hablado de su anterior experiencia al
frente de Recursos Humanos, la primera de carácter político
de su carrera, ¿qué destacaría de ella?
R.- La primera intervención en la política, que no en
recursos humanos, un área que ya había llevado yo en otros
ministerios, aunque en este caso estamos hablando de cerca
de 1.600 personas, con una complejidad bárbara y todo ello
sujeto a unos procedimientos... Todos los días hay que
acostarse un poquito más viejo y sabiendo un poco más. Estos
años he aprendido y en mi acervo personal llevo muchísimas
enseñanzas que pueden ser utilizables en cualquier otra
área. Dejo..., bueno, sigo con mis grandes amigos, pues todo
esto no es cosa de una persona, existe un equipo de Recursos
Humanos extraordinario y los éxitos que se hayan podido
conseguir, que hay algunos, son de ellos.
P.- Y de la relación con los sindicatos, ¿qué puede
decir?
R.- La relación con los sindicatos es siempre controvertida,
dura, porque lógicamente ellos están haciendo una defensa
concreta, están defendiendo al funcionario, sus condiciones
laborales, y nosotros debemos defender el servicio público,
la satisfacción del ciudadano. Para eso están las mesas de
negociación e incluso el desacuerdo.
P.- Hay un tema, el de las bolsas de empleo, que usted
suspendió, que vuelve a estar de actualidad tras la nueva
convocatoria.
R.- Creo que a veces el tema se ha explicado mal. Cuando yo
entre en Recursos Humanos había bolsas de empleo con una
antigüedad de siete años, lo que significaba una rotación
continua con las mismas personas, que de haber continuado
con ellas superaban un mayor tiempo de trabajo de lo que la
ley permite, lo que supone un sistema de colocación alegal.
Esto constreñía la labor de Recursos Humanos y la única
opción era retirarlas. El Inem, ahora SPEE, se utilizó como
vía alternativa para subsanar ese problema y para abrir las
posibilidades de trabajo a gente nueva, gente joven que
antes no accedía. En el Estatuto de los Trabajadores, en el
Convenio Único, figura como forma para la contratación
temporal el recurso a los servicios públicos de empleo, eso
está pactado con las organizaciones sindicales. Es un
sistema muy abierto, controlado por los sindicatos y en el
cual el político no entra.
P.- ¿Y cómo ve que se hayan recuperado las bolsas de la
administración autonómica?
R.- En su momento se consideró que las bolsas no eran
adecuadas por los peligros que conllevaba una asunción
irresponsable de lo que había. En estos momentos ha cambiado
la dirección, las directrices, ya no existen esos peligros
de los que hablaba y la bolsa es otro tipo de procedimiento
tan válido y legalista como el otro.
P.- El presidente de UDCE, Mohamed Alí, ha calificado de
cachondeo su nuevo cargo, ¿qué tiene que decir al respecto?
R.- Hombre, yo creí que esta era una entrevista seria, pero
bueno, también vamos a hablar de ello [ríe]... Mire, a mi
Mohamed Alí..., en primer lugar tenemos que ver quién dice
qué a quién. ¿Quién lo dice?: el presidente de un partido en
la oposición, minoritario, que yo considero como el Holadés
Errante, que va buscando de puerto en puerto y en ninguno
atraca. ¿Qué dice? Dice una cosa terrible, habla de cese,
pero ¿a quién se lo dice?, yo creo que a sí mismo, a ver si
se convence, es la única forma de interpretar esa conjetura.
No le doy más importancia que la del oportunismo político,
en lo cual ha demostrado ser un verdadero experto.
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