“La noticia es cierta; está en estudio la posibilidad de
cierre de la residencia en base a una serie de cuestiones.
No es una decisión adoptada a la ligera, sobre todo,
teniendo en cuenta el interés general, la seguridad de las
personas que viven en la misma y las demás deficiencias
técnicas que podía tener el edificio y que nos llevan a
adoptar esta decisión”. Con estas palabras confirmaba la
consejera de Juventud, Deportes y Nuevas Tecnologías, Kissy
Chandiramani, la noticia que adelantó EL PUEBLO en su
edición del domingo sobre el cierre de la Residencia de la
Juventud.
Una decisión motivada tras el incendio que asoló a la cocina
del edificio el pasado mes de octubre y que hizo que “se nos
encendieran las luces y alarmas y pensáramos que teníamos
que tomar una serie de medidas en cuanto a la seguridad de
la residencia”, haciendo referencia a los servicios que se
prestaban en ella, tal y como indicó Chandiramani. Sin
embargo serán los estudiantes los que sufran las
consecuencias del cierre de la residencia ya que “deberán
contemplar en los próximos años el alquiler de viviendas”,
informó Chandiramani.
Al parecer, durante estos meses posteriores, la Ciudad
encargó una serie de informes a la Consejería de
Gobernación, a la de Fomento y al Servicio de Extinción de
Incendios para tomar cartas en el asunto y estudiar la
infraestructura que presentaba la Residencia de la Juventud.
De ellos se deduce que el edificio, construido en los años
60 y 70, cumplía con el código técnico de edificación de
ambas décadas pero “nos preocupa que, en caso de que
ocurriera algo, el edificio no tuviera toda la dotación
exigida por los nuevos códigos”, afirmó Chandiramani.
Según dichos informes técnicos, la Ciudad estaría obligada a
llevar a cabo una serie de modificaciones en la instalación
y que tendrían un elevado coste, “inviable económicamente el
llevarlo a efecto”, confesó la consejera de Juventud, quien
añadió la previsión de abrir en el nuevo campus
universitario una residencia de estudiantes, “con lo cual
sería un paréntesis de tiempo hasta que esté terminado, y no
se prestaría este tipo de servicio”, concluyó.
|
“Estamos abiertos a cualquier propuesta”, sugirió la
consejera de Juventud, Deportes y Nuevas Tecnologías
Pese al desconcierto de los
jóvenes estudiantes, la Ciudad no tiene prevista ninguna
prestación ni ayuda para el arrendamiento de viviendas
durante ese paréntesis temporal en el que no existirá la
Residencia de la Juventud hasta que finalicen las obras del
nuevo campus universitario. Sin embargo, “habrá que ver si
nos presentan alguna propuesta, que podremos estudiarlas
porque estamos abiertos a todo ello”, aclaró la consejera de
Juventud, Deportes y Nuevas Tecnologías, Kissy Chandiramani.
|