El Pleno de la Asamblea dio ayer por finiquitado el año
político 2009 con la Sesión Plenaria Ordinaria del mes de
diciembre, que vino precedida por la Extraordinaria de
Presupuestos, en la que el diputado no adscrito de IU,
Mohamed Haddu Musa, sumó su voto a los del PP para aprobar
un documento que Márquez defendió como “prudente”,
“responsable” y ajustado a su propósito fundamental: lograr
que los efectos de la crisis económica dañen “lo menos
posible” a los ceutíes. UDCE y PSOE rechazaron el documento
al entender que es irreal porque no se aplicará, porque no
ataja el endeudamiento y porque no ataca los grandes
problemas de Ceuta.
Como no podía ser de otra manera a la vista de la
representación de cada grupo en el Pleno la Cámara
autonomica dio ayer su visto bueno con los veinte votos a
favor que sumaron el PP y el diputado no adscrito de IU,
Mohamed Haddu Musa, al proyecto de Presupuestos de la Ciudad
para el próximo ejercicio, el de “la verdadera crisis”,
según dijo el consejero de Hacienda, Francisco Márquez, que
defendió desde el atril el documento del Gobierno.
El documento, diseñado con el objetivo de que “la depresión
económica afecte lo menos posible a nuestro pueblo”, según
resumió Márquez, prevé que la Administración local ingrese y
gaste durante 2010 un total de 306 millones de euros en
términos consolidados, con todas sus sociedades municipales
y organismos autónomos incluidos, un 0,82% más que el
redactado para el año que termina.
Como hace doce meses pero esta vez con traje oscuro el
titular de Hacienda fue el encargado de defender el proyecto
elevado al Salón de Plenos en una Sesión Extraordinaria
marcada por el escrupuloso control del tiempo en el uso de
la palabra de que dispuso cada portavoz. Los grupos parecían
tener prisa en finiquitar el año político y ahorrarse
zarandajas, por lo que pactaron limitar sus intervenciones
para que el debate no se fuese mucho más allá de las dos
horas y media.
Cumplieron gracias a que Musa y Bel, seguros de que holgaban
elogios, renunciaron a sus turnos de réplica, y a pesar de
que el PSOE se empeñó en votar por separado cada una de las
22 alegaciones que revisó la Comisión Especial de Cuentas la
semana pasada, 13 de las cuales fueron aceptadas por la
mayoría Popular y se incorporaron al texto “austero,
responsable, coherente y social” redactado por el Ejecutivo
de Vivas.
Durante su exposición, que tuvo que recortar la fuerza,
Márquez enmarcó los principios rectores que han inspirado su
redacción en la crisis económica y financiera que germinó en
2008, se desarrolló en 2009 y, advirtió, previsiblemente se
dejará sentir más que nunca en 2010.
Contexto macroeconómico
El consejero recordó que el PIB nacional se ha desplomado en
2009 otros cuatro puntos, que el déficit público del Estado
rondará el 10% este año, que la deuda pública se ha
disparado al 70%, que el paro acoge ya a más de cuatro
millones de españoles... “Este panorama nos afecta de forma
directa, y lo hará de forma particularmente insidiosa en
2010”, avisó antes de concretar en “el entorno del 12%” la
caída de los ingresos del Estado prevista para el próximo
ejercicio. A ese descenso hay que sumar el de los ingresos
propios, que será muy acusado en los impuestos ligados a la
evolución del sector inmobiliario.
Ante ese panorama, explicó Márquez, el Gobierno ha cuadrado
sus cuentas para poder “mantener o aumentar el gasto social
y el pulso inversor” reduciendo “el gasto no productivo” y
buscando otras fuentes de ingresos: la nueva financiación
autonómica; el recurso al déficit por un 0,75% del PIB
regional y la “optimización” de la gestión recaudatoria, que
se traduce en un apreciable aumento de lo que se prevé
recibir gracias al cobro de la práctica totalidad de las
tasas e impuestos municipales.
Aún así el consejero afirmó que la presión fiscal sobre el
ciudadano se recortará un 3,15% en 2010 (“no aumentarán las
tarifas de ninguna figura impositiva o tasa”, prometió);
insistió en que la carga financiera de la institución (17,5%
de su Presupuesto corriente) sigue lejos del límite legal
del 25% y se preció de que, con todos esos obstáculos, la
Ciudad seguirá dedicando más de un tercio de su gasto
corriente a la atención social (unos 72 millones) e
invertirá 117 millones de euros.
Márquez cerró su intervención apelando a la
“responsabilidad” de los grupos de la oposición para recabar
su apoyo y asumió explícitamente las “valiosas
recomendaciones y critierios de ejecución” que le pidió Musa
a cambio de su voto favorable: medio millón de euros para
ampliar el cementerio de Sidi Embarek, el compromiso de
invertir en equipamientos en el Príncipe y un renovado apoyo
al empleo juvenil que se traducirá en “diecisiete cursos de
formación activos que a lo largo de 2010 beneficiarán a
1.200 ciudadanos”.
“Continuista”
Cuando volvió a su escaño el consejero vio acceder al atril
al diputado no adscrito de IU, que no llegó a consumir su
tiempo y renunció al turno de réplica. Musa lamentó la
redacción “continuista” del documento; llamó la atención
sobre la “respuesta urgente” que precisan muchos problemas
de Ceuta, que presentó fragmentada entre los que viven bien
pagados de un trabajo fijo y los que carecen de él y hasta
de la esperanza de encontrarlo y agradeció al Ejecutivo la
sensibilidad demostrada hacia sus iniciativas, gesto sobre
el que justificó su voto a favor tras advertir que no se
trata de un “cheque en blanco” para lo que queda de
legislatura.
El consejero alabó “el fondo y las formas” de su
intervención y se congratuló de apostar por el continuismo
en una senda, la del PP, “que ha dado frutos y es garantía
de progreso de futuro”.
Acto seguido tomó el micrófono la portavoz socialista,
Inmaculada Ramírez, que quiso trufar su discurso con la
misma sorna que le suele dedicar la bancada del PP a sus
intervenciones. Acusó a Márquez de haber cuadrado “a
martillazos de endeudamiento” un Presupuesto “irreal” que,
lamentó, “no sirve para atajar los problemas de fracaso
escolar, paro, pobreza, infravivienda e infraestructuras de
la ciudad”.
“Cada niño que nace en Ceuta trae una deuda de 1.100 euros
bajo el brazo gracias a su gestión”, abundó Ramírez, que
acusó al Gobierno de “enterrar” los fondos europeos en obras
repetidas en el centro, de esquilmar con subidas de
impuestos el bolsillo de los ceutíes, de hacer de la
política de austeridad “un brindis al sol”, de prometer las
mismas inversiones año tras año, de gestionar el agua de
forma “irresponsable” y de dilapidar el dinero en el
contrato de Urbaser, entre otras lanzas.
Cuando le tocó darle la réplica Márquez se ensañó con la
diputada y su discurso “deslavazado”. Les acusó, a ella a su
grupo y a su partido, de ser unos “vagos” y desvergonzados
por no presentar ni una sola alternativa, sugerencia o
alegación al proyecto de Presupuestos y auguró al PSOE
cuando vuelvan a someterse al examen de las urnas.
Además, desdeñó la “palabrería social” de la socialista y
defendió el papel de Emvicesa, cuyo papel había despreciado
Ramírez previamente, como “punta de lanza del esfuerzo
inversor de este Gobierno gracias al más ambicioso plan de
construcción y rehabilitación de viviendas conocido,
valorado en 25 millones”.
Aseteada, la portavoz se refirió a Márquez como “el Willy
Fog” del Gobierno y aceptó ponerle deberes: “Estimulen la
recuperación económica, protejan a los más necesitados,
preparen un modelo de crecimiento y aplíquenlo”, pidió
Ramírez al PP, en cuya “responsabilidad y conciencia” dejó
la carga que suponga si siguen “sin afrontar y atajar la
peor cara de Ceuta, la del analfabetismo, la pobreza y el
paro”.
“Ha hecho usted un buen resumen en diez minutos de lo que
antes dijo en veinte”, se mofó de sus palabras el consejero
para cerrar el debate con la socialista, que recibió después
otra sarta de reproches de Bel, más hiriente aún si se
compara con el trato que los dos consejeros dedicaron
minutos después al portavoz de UDCE, Mohamed Ali, con el que
Márquez aseguró estar “encantado” de debatir.
Y eso que lo que le dijo fue, más ordenado, casi lo mismo
que Ramírez. El líder de la oposición justificó su negativa
a votar a favor de los Presupuestos del PP tras dos
ejercicios haciéndolo en que no se cree que el Ejecutivo del
PP vaya a cumplir ni uno solo de los cuatro principios
rectores que inspiran el documento según sus autores.
“El PP carece de modelo”
Ali se preguntó cómo se puede hablar de “reducción del gasto
no productivo” cuando la Ciudad sigue sin tener una Relación
de Puestos de Trabajo (RPT), cuando se niega a crear una
Oficina Antifraude “que contribuya a restablecer el crédito
de la clase política” o cuando sigue aumentando el coste del
contrato de Urbaser, que en 2010 rozará los 17 millones de
euros.
“Ustedes carecen de modelo económico, hacen caso omiso al
Tribunal de Cuentas, hablan del Turismo como apuesta
estratégica y destinan la mitad del presupuesto de la
sociedad que debe impulsarlo a pagar a su personal y
permiten que Procesa gaste más en publicidad que en crear
empleo indefinido”, denunció Ali, que también acusó a
Márquez de “inflar” el gasto social real y de utilizar el
IMIS “para contratar personal y no para beneficiar los más
pobres”.
Sobre las inversiones Ali insistió en que “lo presupuestado
se incumple por sistema” y puso como ejemplo paradigmático
la pista de atletismo “que ya prometieron iniciar en 2008”.
Incluso deslizó un dardo al coqueteo con su antiguo socio de
IU al preguntar “por qué no explican cómo ahora prometen
medio millón para Sidi Embarek si este año dieron de baja
una partida por 700.000 euros para ampliar el cementerio” y
al criticar, tras agradecer que se estimase su alegación
para destinar dos millones más al Príncipe, que dicha
barriada siga “abandonada”.
El portavoz de UDCE cerró su intervención desdeñando el
“maquillaje” con el que según su criterio el Gobierno
disfraza el aumento de la presión fiscal y poniendo en solfa
el “elevadísimo” nivel de endeudamiento de la Administración
local ya que avisó de que “dejar el futuro de las cuentas
públicas en manos de los bancos es muy peligroso”..
Márquez le contestó que no habrá Oficina Antifraude porque
no hay nada que investigar; recordó que se el Ejecutivo y el
resto de altos cargos se han congelado el sueldo “por
segundo año consecutivo”; justificó en la expansión de Loma
Colmenar el aumento del contrato de limpieza pública; pidió
que no se “desprecie” el Plan de Dinamización Turística
pactado con el Estado y advirtió de que modelo económico
haberlo haylo, y votado en Pleno, el que se sometió a su
consideración con las aportaciones del CES la primavera
pasada, hoja de ruta que ahora trata de plasmarse en la
reforma del REF.
El debate se cerró con la votación, individual por expreso
deseo del PSOE, lo que reportó a sus dos diputados la
consiguiente cadena de mofas, de las 22 alegaciones
presentadas al proyecto, que al filo de las 12.30 horas fue
aprobado por veinte votos a favor y seis en contra entre los
aplausos del Grupo Parlamentario Popular.
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