Los senderos que rodean los pantanos del Infiero y del
Renegado han sido restaurados por la Confederación
Hidrográfica del Guadalquivir (CGH) tras quedar
“destrozados”, según su informe, por las fuertes lluvias
caídas en la ciudad el pasado año. Entre los daños causados
por las torrenteras estaban desprendimientos de taludes, de
árboles y “piedras de gran volumen” que dejaron cortados los
caminos.
Cuatro millones
La inversión en el arreglo de los caminos ha ascendido a 4
millones de euros y la obra ha consistido en el saneo,
perfilado y limpieza de los taludes. También se han reparado
todas las cunetas y se han restaurado las obras de fábrica
dañadas y reconstruido las irrecuperables. El pontón del
Renegado se ha demolido para construir uno nuevo y se ha
llevado a cabo un “rasanteo y limpieza” de la plataforma y
su posterior tratamiento superficial con zahorra de 25
centímetros de espesor.
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