Más de una veintena de ceutíes, entre jinetes y monitores
del Instituto Ceutí de Deportes (ICD), fueron los
responsables de realizar, durante toda la jornada de ayer,
el traslado de los más de cien caballos y ponis desde Viña
Acevedo hasta el nuevo recinto hípico. Tanto la consejera de
Deportes, Kissy Chandiramani, como el director de la
escuela, Javier Pérez, confesaron tener grandes expectativas
de situar la ciudad autónoma en el número uno en cuanto a
número de alumnos adscritos al centro, cuando actualmente
Ceuta se encuentra en el segundo puesto dentro del ranking
nacional.
Los jinetes más aventajados así como los monitores del
Instituto Ceutí de Deportes (ICD) fueron los encargados ayer
de cerrar las puertas de Viña Acevedo y llevar el más de
centenar de caballos a las instalaciones de la nueva escuela
hípica.
Desde las nueve de la mañana, los amantes del mundo ecuestre
trabajaron codo a codo para que los equinos pernoctasen en
su nuevo hogar; pese a la coordinación manifesta, subir y
bajar monturas y desplazar a todos los implicados de una
zona a otra fue una ardua tarea, recompensada con el
entusiasmo “porque todos son unos enamorados de los caballos
y están encantados de ser los responsables del traslado”,
confesó la consejera de Juventud, Deportes y Nuevas
Tecnologías, Kissy Chandiramani.
Sin embargo, los preparativos para abrir las puertas del
recinto ecuestre no concluyeron ayer ya que, todavía, quedan
algunos flecos por perfilar. “Es como la mudanza de una
casa; queda todavía un mes de mucho trabajo para poner al
día la instalación de todo el material que se ha comprado
para que sea lo mejor posible y el próximo 14 de enero pueda
utilizarse la escuela”, concretó Chandiramani.
Y es que el cariño y el contacto con estos animales deja
huellas profundas en los jinetes que los montan. Por ello,
más de una veintena de ceutíes quisieron formar parte,
durante toda la jornada, de este proyecto. “Las nuevas
instalaciones son mucho mejores que las otras,
impresionantes, no tienen nada que ver con las de antes
tanto en calidad como en superficie. Mi afición viene de
rebote ya que mi padre trabajaba en Viña Acevedo y de subir
tanto, me entraron ganas de montar. Al final, he participado
en varias competiciones de Andalucía con pony y siempre que
hemos salido de Ceuta ha ido bien”, relató Francisco Javier
García, con 19 años y diez de experiencias cabalgando.
De competición, de doma, de salto, de pura raza
española...una variedad que permite que la equitación sea un
deporte apto para todos los públicos ya que los caballos
pueden responder al perfil de sus jinetes. “Siempre me ha
gustado la hípica aunque sólo he participado en campeonatos
locales. Este deporte acoge mucha afición porque no tiene
límites de edad e incluso para personas con deficiencia les
resulta un beneficio. Es muy divertido y tenemos la suerte
de que aquí no es excesivamente caro gracias al ICD, que
facilita todo lo necesario”, argumentó Javier del Moral
Santos, jinete desde hace once años. Y pese a que todos los
deportes son saludables para la salud física y mental, hay
muchos que piensan en ellos como un proyecto de vida. “Gané
la medalla de bronce en el 2002 en la competición andaluza
de ponis y he participado en los Juegos Ecuestres Andaluces,
quedando en el puesto número 14 con una yegua, Cantora, ya
fallecida. Me gustaría ser profesional, pero soy consciente
que para ello hay que tener un presupuesto económico
bastante alto. Por eso, gracias a la escuela podemos salir
fuera y meternos en el papel. Aparte del deporte y los
caballos, tenemos una granja de animales, al aire libre, nos
relacionamos y hacemos amistades”, se sinceró Jorge Ruiz
Ramírez. Un retraso de tres meses y la ilusión por volver a
cabalgar han dado lugar a que los amantes del mundo ecuestre
tengan ganas de abrazar esta nueva realidad.
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Grandes pretensiones para convertirse en la escuela número
uno a nivel nacional
“Va a ser una instalación
modélica, por lo bonita que es y las prestaciones de gran
categoría que tiene. Cuando los ceutíes empiecen a
visitarla, conseguiremos incrementar el número de usuarios”.
Con este espíritu de motivación, ilusión y entusiasmo
describía la consejera de Deportes, Kissy Chandiramani, el
futuro que le espera a la nueva hípica. Aunque para
pretensiones, las de su director, Javier Pérez, quien desea
que Ceuta se coloque la primera en el ranking de posiciones
a nivel nacional en cuanto al número de jinetes adscritos a
la escuela. “Es un lujo para la ciudad tener una instalación
de esta calidad y envergadura, haciendo siempre que un
deporte elitista se haya popularizado gracias al Gobierno.
Las condiciones, de cara al público, serán óptimas tanto
para animales como para alumnos y creo que esto va a ser un
privilegio. Ceuta lleva siendo, durante años, la segunda
escuela de España en cuanto a número de alumnos; igual, de
esta manera, somos capaces de ponernos los primeros”,
recalcó el director de la hípica.
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