Con el sugerente título de ‘Prensa y poder’ –que bien podría
haber sido ‘Relaciones peligrosas’, según dijo el propio
ponente–, el prolijo profesional Fermín Bocos alumbró ayer,
en la segunda jornada de estudio sobre el papel educativo de
los medios de comunicación, una conferencia en la que, a
este respecto, dividió a los periodistas en dos clases: “Los
que colaboran espontáneamente para llevarse bien con el
poder y los que se sitúan en la lejanía”. Para Bocos, “si el
periodista cumple con su papel, contribuye a mejorar la
sociedad”.
“Yo no represento a nadie, me represento a mí mismo”, quiso
dejar claro Fermín Bocos al comienzo de su intervención en
el Salón de Actos de la Universidad Nacional de Educación a
Distancia (UNED), donde, desde su vasto currículum y “cierto
conocimiento” de cómo funcionan los medios por dentro,
realizó un amargo lamento por las relaciones del poder con
el mundo del periodismo: “No hay político que no sueñe con
un telediario para difundir su ideario”.
De hecho, Bocos no tiene duda de que el periodismo hoy en
día tiene “un problema”, en cuanto que la tarea de los
medios de comunicación no debe ser la de mediar entre la
ciudadanía y el poder.
De esta forma, quien fuera director de los informativos en
la cadena Tele 5, distinguió entre dos clases de
periodistas: “Los que colaboran espontáneamente para
llevarse bien con el poder y los que se sitúan en la lejanía
del poder”.
“Si el periodista cumple con su papel, contribuye a mejorar
la sociedad”, afirmó Bocos, quien abogó por la objetividad
del gremio, ya que “ni el Gobierno se equivoca o acierta
siempre, ni la oposición acierta o se equivoca en todas sus
críticas”.
Tajante, el conferenciante aseguró que “cada vez que un
periodista se dedica a encender rastrojos para tapar con el
humo ciertas informaciones negativas sobre un político, está
traicionando al periodismo”.
Bocos, por otro lado, recordó el papel “circunstancial” del
periodista, ya que, en su opinión, “lo importante es el
medio”. Así se refleja en que “si un profesional desaparece
de un periódico y es sustituido por otro, el lector no va a
dejar de comprar el diario”.
Según el periodista santanderino, aquí podría radicar parte
del problema, ya que “hay profesionales que no aceptan esta
realidad y tratan de consolidarse acercándose al poder”.
Todo ello hace, especialmente en el medio radiofónico, que
haya llegado un punto en el que “va por delante la opinión a
la información”, lo que ha conllevado que muchos oyentes no
escuchen la radio para informarse, “sino para confirmar lo
que ya creen que saben”.
“Se ha polarizado la audiencia”, añadió Bocos, quien abogó
por periodistas que deberían ser “notarios de la
transparencia de la sociedad democrática”.
En cuanto a los tiempos que corren de globalización, el
periodista cántabro observa que ha supuesto “el diezmo de
las redacciones”, donde “a los veteranos se les jubila y a
los becarios se les explota”.
A tal punto ha llegado la situación que para Bocos “ya no
bastan dos medios para informarnos de lo que pasa, hace
falta hasta un tercero”.
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“El gremio de los tertulianos va camino de ser el tercer
Parlamento”
En el confuso mestizaje de
información y opinión, Fermín Bocos se mostró crítico con
“el gremio de los tertulianos”, de quienes ironizó que “va
camino de convertirse en el tercer Parlamento”. Así, el
veterano periodista santanderino apuntó que a este
“Parlamento” hay gente que acude con su opinión, pero otros
que lo hacen “con un ideario de un partido político”. Esto
“hace previsible y empobrece el debate”, al tiempo que, a su
juicio, “enfurece a la audiencia que quiere obtener
información”.
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