La topografía es, según el autor del proyecto de las 317 VPO
de SEPES, “la cualidad más característica” de la parcela
objeto de la actuación ya que es muy acusada debido a la
situación, en la ladera Norte de Loma Colmenar. La
edificación salva unos desniveles máximos de 40 metros en el
sentido Sur-Norte y de 18 metros en el sentido Oeste–Este,
con una pendiente máxima cercana al 40 %. La pendiente está
orientada al norte en el sentido transversal y al Este
(mirando al mar) en el sentido longitudinal de la parcela.
La edificación se sitúa por debajo de la parcela del
hospital (frente a la puerta principal) y por encima de la
parte industrial prevista en la segunda fase de urbanización
de Loma Colmenar. Por otra parte, el solar se encuentra a
escasa distancia del mar por lo que “la presencia de éste es
significativa tanto en las vistas como en el ambiente”.
Debido a la acentuada pendiente de la parcela (40 metros de
desnivel) se propone modificar la topografía mediante una
serie de bancales integrados en la trama geométrica, con
desniveles aproximados de 5 metros, y donde se apoyan los
distintos edificios. Estos edificios van adaptándose a los
distintos desniveles serpenteando para buscar mejores
orientaciones y escalonándose en sentido Sur- Norte (que es
la orientación mayoritaria de los bloques).
“Ponemos en juego -se explica en la memoria del proyecto-
unos parámetros para crear un fragmento autónomo de ciudad
que reconstruya esencias perceptivas asociadas a una
comprensión propia del lugar. Vacíos, Plazas, Calles,
Miradores, Patios se configuran como los elementos básicos
para definir nuestro nuevo barrio”.
Por otra parte, Liñán plantea un modelo edificatorio que
pretende “mejorar las cualidades de calidad de vida mediante
sistemas que optimizan las condiciones de uso y ahorro de
energía, potenciando en lo posible el uso de recursos
naturales propios del lugar”. Con este fin, la incidencia
solar en las fachadas en función de la orientación
(Norte-Sur) es controlada mediante un sistema de “fachada
profunda” (cuya profundidad varia en función de la
orientación, más profunda a Sur y menos a Norte), de forma
que se consigue que en verano los rayos solares no incidan
directamente en el interior de las viviendas manteniendo
mejores condiciones climáticas y en invierno (sol más bajo)
sí incidan directamente para calentar las estancias. Se
propone asimismo un sistema de ventilación cruzada, ya que
todas las viviendas tienen doble orientación. Este sistema
se basa en un patio interior conectado al exterior mediante
terrazas que van cambiando de orientación para mejorar la
circulación del aire.
|