Pese a que la representante del Ministerios Fiscal solicita
para ellos penas que oscilan entre los 6 y los 10 años de
prisión y multas de más de seis millones de euros para cada
uno, los doce acusados del presunto pase de más de 1.500
kilos de hachís desde Marruecos hasta Estepona decidieron
guardar silencio y acogerse a su derecho a no prestar
declaración ante las cuestiones formuladas por la acusación
y la defensa. Por ello, tendrán que ser los más de veinte
agentes de la UDYCO de Ceuta, el Grupo Greco 1 de la Costa
del Sol y el Servicio de Vigilancia Aduanera de Málaga los
que deban relatar como testigos los hechos a juzgar.
Doce personas sentadas en el banquillo de los acusados, seis
abogados responsables de ejercer la defensa frente a la
acusación formulada por el Ministerio Fiscal, nueve agentes
del Cuerpo Nacional de Policía custodiando la Sección VI de
la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta y más de una
veintena de oyentes interesados en conocer si los
magistrados apuntan hacia los imputados como los autores de
los tres presuntos delitos por los que han sido procesados:
falsedad documental, receptación y tráfico de droga, es
decir, contra la salud pública.
Con todo ello, los doce presuntos narcotraficantes
decidieron ayer por consenso acogerse a su derecho y no
prestar declaración ante las cuestiones formuladas por la
acusación y la defensa pese a enfrentarse a penas que
oscilan entre los seis y los diez años de prisión según su
supuesta implicación en los hechos y más de seis millones de
euros de multa para cada uno de ellos. De ahí que durante la
jornada de hoy se espera que sean los 23 agentes de la UDYCO
de Ceuta, el Grupo Greco 1 de la Costa del Sol y el Servicio
de Vigilancia Aduanera de Málaga los que deban detallar, en
calidad de testigos, los presuntos hechos que en estos días
se debaten y que finalizaron con la detención de cuatro
marroquíes, un malagueño y siete ceutíes, y la intercepción
de un alijo de más de 1.500 kilos de hachís en la playa de
Estepona, procedentes de Marruecos según las investigaciones
realizadas por la Policía Nacional.
Aunque se ha calificado el operativo como una banda de
distribución y no una organización entendiendo que en este
caso se hubieran sucedido más pases de droga tras las
detenciones, la representante del Ministerio Fiscal solicita
condenas diferentes para cada uno de los imputados. Para los
presuntos organizadores de la operación y el conductor de la
furgoneta que esperaba en la costa de Estepona la
embarcación, la fiscal pide 6 años y 9 meses de cárcel y
6.278.118 euros de multa por el presunto delito contra la
salud pública a lo que se añaden dos años más de cárcel por
falsedad documental y otro dos, por receptación. Para los
otros nueve imputados, piden seis años de presidio por su
posible participación en el tráfico de la sustancia
estupefaciente y los más de seis millones de euros de multa.
La sesión de mañana, con la que se espera concluir el juicio
oral, estará protagonizada por los peritos, varios testigos
a través de videoconferencias, y la reproducción de algunas
intervenciones telefónicas.
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“De una organización internacional a una banda de
distribución nacional con intentos fallidos”
El 25 de octubre de 2007 el
titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Ceuta
autorizó la primera intervención telefónica que
desencadenaría en el procedimiento por el que han sido
imputadas doce personas por presunto tráfico de droga,
falsedad documental y receptación. Por la citada fecha, el
juez rastreaba otra causa relacionada con una organización
internacional dedicada al narcotráfico; de las escuchas de
dicho procedimiento se derivó esta segunda investigación que
según apunta el Ministerio Fiscal, se trata de una banda de
distribución de hachís a nivel nacional de la que los
agentes de la UDYCO comprobaron varios intentos fallidos.
Por ello, este nuevo caso pasó a manos del Juzgado de
Instrucción número 5, que en colaboración con la UDYCO de
Ceuta, el Servicio de Vigilancia Aduanera de Málaga y el
Grupo Greco 1 de la Costa del Sol, estudiaría si los más de
1.500 kilos de hachís que fueron interceptados en una playa
de Estepona llegaban desde Marruecos en una lancha neumática
y posteriormente serían distribuidos en una furgoneta por
otras zonas peninsulares.
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