La duración de los trabajos presentados ayer y la
imposibilidad de compatibilizarlos con la explotación
ferroviaria viene marcada, según insistieron los
representantes de Fomento, por los condicionantes de
logística y medioambientales. La línea Antequera-Santa
Ana-Algeciras discurre por 176 kilómetros por las provincias
de Málaga y Cádiz. Se trata de una vía única de ancho
convencional no electrificada que presenta “grandes
dificultades orográficas”, localizadas en los tramos
Ronda-Cortes-San Pablo.
Gran parte del trazado discurre por los Espacios Naturales
de Grazalema y Los Alcornocales, con una normativa
medioambiental muy exigente a la hora de realizar cualquier
tipo de trabajo de mejora o ampliación de la infraestructura
ferroviaria existente. Además existe “una gran dificultad
para acceder a las obras y llevar la maquinaria y los
materiales necesarios para la ejecución de las mismas”. En
buena parte del trazado el único acceso es el ferrocarril,
pues las normas de preservación del medio ambiente prohiben
la realización de caminos de acceso hasta las vías.
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