Aunque, previsor, el Gobierno ceutí prevé canalizar a través
de la Comisión que debe constituirse en octubre con el
Estado la inmensa mayoría de las reivindicaciones que
planteará en su propuesta de nuevo Estatuto, el PP no ha
abandonado estos trabajos, que desea culminar esta semana
para hacer llegar el documento a la oposición la próxima.
Mientras la Ciudad espera tratar directamente con el Estado
las grandes cuestiones que acercaría un nuevo Estatuto
(aparcado por el PSOE lo de ser Comunidad Autónoma, origen
último de la reforma, queda en juego sobre todo la reforma
del REF, el asunto europeo, Sanidad y Educación y asegurar
una inversión estatal mínima) en la Comisión que se pactó
con Chaves poner en marcha en octubre el PP no ha abandonado
la redacción del borrador de reforma del texto vigente desde
1995.
La portavoz del Gobierno, que como tal participa del
triunvirato encargado de terminarlo junto al presidente de
la Comisión de Presidencia que lleva el tema, Pedro
Gordillo, y el todoconsejero Márquez, avanzó ayer que su
partido hará llegar a la oposición un texto “para negociar”
la próxima semana. Será un documento abierto pero
“ambicioso” y que, resaltó, “no estará alejado de las
inquietudes planteadas por la oposición al respecto”.
Bel se negó a ampliar el contenido de lo redactado como
adenda a los “acuerdos y consensos alcanzados antes de la
suspensión de los trabajos, en 2007” y sólo se extendió
sobre lo ya sabido en que se tomará ejemplo de otras
Autonomías en cuál será la relación de Ceuta con la Unión
Europea, que más que en dinero, aunque sin descartarlo,
insinuó que se tratará de regular ese estatus específico y
preferencial que, en atención a las singularidades y
particularidades de la ciudad (extrapeninsularidad, frontera
terrestre con África...), se viene demandando desde hace
años de Bruselas.
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