La reforma fiscal adjunta a los Presupuestos Generales del
Estado para 2010, que ayer llegaron al Parlamento, no
llevará al Gobierno de la Ciudad Autónoma a seguir sus pasos
para no alterar los parámetros básicos de los suyos, que la
portavoz gubernamental, Yolanda Bel, presentó ayer con los
mismos términos que la ministra de Economía utilizó para los
suyos: austeros y sociales. La consejera negó rotundamente
que vayan a subirse más los impuestos locales en lo que
queda de legislatura, como ya había dicho Márquez, aunque
Cucurull avisó de que la factura familiar de los ceutíes
será “similar” a la del resto de los españoles.
Con trazo grueso, los medios de comunicación nacionales
calcularon ayer que la reforma fiscal de Zapatero saldrá a
cada familia española por unos 800 euros. Es el resultado
simple de dividir los 11.650 millones de euros que el
Ejecutivo central prevé ingresar de más gracias a ella entre
los 14 millones de núcleos de convivencia que el INE estima
que hay en España.
El cálculo no contempla cuántas de esas familias perciben
rentas de capital y cuántas del trabajo. Obviamente, tampoco
contempla la excepcionalidad del Régimen Económico y Fiscal
(REF) de Ceuta, pero el senador ceutí Nicolás Fernández
Cucurull avisó ayer de que la factura en la ciudad no
diferirá mucho de la nacional a pesar de que como
consumidores nos ahorraremos gran parte de la subida del
IVA.
Sí nos afectará por igual la retirada de la deducción de 400
euros en el Impuesto Sobre la Renta de las Personas Físicas
(IRPF), de donde sale la mitad del ingreso extra que prevé
el Gobierno central. A los ahorradores, que pagarán entre un
1% (si tienen menos de 6.000 euros) y un 3% (si poseen más
de 21.000) más por los intereses o plusvalías que obtengan,
el cambio impositivo les restará de su bolsillo, cada uno en
función de lo que haya acumulado, la mitad que a un homólogo
de la península. Nada más, pues la portavoz del Gobierno
ceutí ratificó ayer que, tal y como ya había anunciado el
consejero de Hacienda, Francisco Márquez, el Ejecutivo local
no tiene la intención de abordar nuevas subidas de impuestos
o tasas en lo que queda de legislatura. Tampoco del IPSI, el
equivalente local al IVA nacional.
Nada más y nada menos, pues Cucurull avisó ayer de que la
receta socialista es “lo contrario” de lo que “la
experiencia” aconseja hacer para salir de situaciones de
crisis económica como la actual creando empleo.
“En 1996”, recordó el senador del PP remontándose al momento
en el que Aznar llegó a La Moncloa, “se demostró que para
recuperar el pulso económico y crear puestos de trabajo lo
que hay que hacer es contener el gasto público de todas
aquellas partidas en las que se puede y bajar la presión
fiscal”.
Zapatero hace, según su punto de vista, todo lo contrario.
“La enorme tasa de paro que sufrimos no se arregla subiendo
la presión fiscal”, advirtió Cucurull, que también se
preguntó por la “incoherencia” de UDCE-IU, grupo al que dijo
“no entender” cuando critica con dureza las
“actualizaciones” fiscales acometidas por la Ciudad “y no
dice nada sobre las del Ejecutivo socialista.
“Es muy fácil ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga
en el nuestro”, refraneó Cucurull, que aceptó distinguir
entre las subidas de una y otra Administración: “Ni el
contexto ni las consecuencias son las mismas, pues unas
medidas se adoptan en un ámbito local y reducido de
herramientas mucho más limitadas y otro en uno estatal
totalmente distinto”, reflexionó.
Presupuestos 2010
Zapatero dice que la reforma es necesaria para mantener sus
políticas sociales. La Ciudad asegura, sin embargo, que
podrá hacerlo sin tocar de nuevo sus tipos. Ambos
Ejecutivos, en cualquier caso, describieron ayer los
Presupuestos de cada uno opara 2010 como “austeros” y
“sociales”.
A ambos epítetos sumó Bel el de “responsables” y “ajustados
a las circunstancias”, que según dijo parece que durarán lo
suyo. “Habrá un ajuste muy importante del gasto
prescindible, pero la premisa fundamental será que la
calidad de los servicios básicos no se vea mermada”, explicó
la portavoz, que tendió la mano a la oposición y los agentes
sociales para cerrar sus cifras definitivas.
El Ejecutivo prevé trasladarlo al CES en octubre y negociar
con la oposición desde ya con la premisa de que cualquier
alegación “posible y viable” puede ser aceptada.
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UDCE-IU acusa a la Ciudad de “engañar” a los ceutíes
criticando la reforma después de hacer “lo mismo”
El primer grupo de la oposición en
la Asamblea, UDCE-IU, arremetió ayer contra las
declaraciones de la Ciudad críticas con la subida de
impuestos que propone Zapatero como “un digno ejercicio de
cinismo e hipocresía política” para “confundir a la
ciudadanía”. “Parece que al PP se le ha olvidado que hace
tan sólo 60 días protagonizaron en el Pleno de la Asamblea
la mayor subida impositiva de la historia democrática de
Ceuta, lo que le desacredita para cualquier debate
impositivo”, apuntó UDCE-IU, grupo al que le parece que
aseverar, como hizo ayer Bel, que el Ejecutivo local no va a
subir el IPSI es “otro ejercicio de confusión”. “La reciente
subida del IPSI en conceptos como telefonía (un 166 %) y
carburantes (hasta la mitad de la imposición peninsular) ya
está afectando a los bolsillos de los ciudadanos a sólo dos
puntos del límite legal, un breve margen que sin duda, y por
el camino que lleva las arcas de la ciudad, no tardarán en
usar”, elucubró la oposición. “Las afirmaciones del Gobierno
del PP son un insulto a para la ciudadanía por faltar a la
verdad para engañar a los ceutíes”, concluyó UDCE-IU.
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